Una vez más, la tentativa de la alcaldesa Ada Colau de congraciarse con el separatismo —que en el pasado llegó hasta el punto de colgar un lazo amarillo gigante en la fachada del Ayuntamiento que finalmente fue retirado por la Justicia— se ha saldado con un sonoro fracaso. Como es sabido, la lideresa tomó la controvertida decisión de contar como pregonero en las fiestas de Gracia con Jordi Cuixart, el presidente de Òmnium que fue condenado a nueve años por alzarse contra la democracia española en 2017 y actualmente en libertad tras ser indultado por el Ejecutivo de Sánchez.
Pues bien, cuando Colau tomó el micrófono ayer para dirigir unas palabras a los asistentes al pregón, el salvaje abucheo de estos impidió que la alcaldesa pudiese hilvanar su discurso con normalidad. A continuación, desbordada por la situación, se echó a llorar. Recordemos que tras ser investida en 2019, las pitadas e insultos que recibió por parte del secesionismo radical también le produjeron una honda impresión, tal y como ella misma reconoció entre lágrimas en una entrevista radiofónica posterior.
Ada forma parte del «pueblo catalán»
Los gritos y pitidos fueron de tal magnitud que Cuixart salió en defensa de la alcaldesa, arrebatándoles el micrófono para que los asistentes la dejaran hablar porque «todos formamos parte del mismo pueblo». «Ada, Ferran, Eloi, todos formamos parte de un mismo pueblo. ¡No nos dejemos dividir, porque lo que querrían en el Estado español es dividirnos!», exclamó Cuixart. Previamente, en el pregón propiamente dicho, Cuixart también se había expresado en clave secesionista repitiendo el famoso: «Lo volveremos a hacer».
Pese a la hostilidad de los separatistas allí presentes, Colau no les reprochó su actitud, sino que retomó su discurso en una coordenadas concomitantes con las tesis secesionistas: «Es una brutalidad pensar que un hombre bueno, de paz y de diálogo haya pasado ni un solo día en prisión». Finalmente, reclamó «no acostumbrarse ni normalizar» que los líderes separatistas fuesen a la cárcel por sus delitos.
Colau defendió las pitadas al himno en 2015
Tras lo sucedido, algunas voces constituicionalistas han resaltado la ironía de que Colau se mostrarse en 2015 favorable a la pitada al himno español en la final de la Copa del Rey por parte del separatismo señalando que era «libertad de expresión». Y es que, no en vano, la propia Colau protagonizó escraches como activista durante su época en la Plataforma Antidesahucios y siempre ha defendido este método de protesta.
Por último, otras voces como la miembro de Impulso Ciudadano y Universitaris per la Convivencia Isabel Fernández Alonso han argumentado que Colau ha sido responsable del fracaso del pregón: «Es lo que pasa cuando politizas una fiesta que es de todos. Muchos ciudadanos de Gracia que escuchamos respetuosamente a las autoridades, aunque no les hayamos votado, no hemos ido»