Recientemente, la comunidad madrileña ha estado en la picota por sus supuestas ventajas fiscales. Así, tanto el presidente socialista de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, como el Ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, acusaron a la región presidida por la popular Isabel Díaz Ayuso de practicar el dumping fiscal y demandaron algún tipo de impuesto que compensase el efecto capitalidad de Madrid.
Sin embargo, la verdad es que Madrid ya compensa al resto de regiones debido a su elevada aportación a la caja común, un fondo que comparten todas las regiones excepto el País Vasco y Navarra, que cuentan con sistemas fiscales propios. Este fondo de solidaridad interregional sirve para que las comunidades con menor renta puedan financiar servicios básicos, entre ellos Sanidad y Educación —no en vano, se llama Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales. Su cálculo incluye la población ajustada en lugar de la real, de manera que se tengan en cuenta factores como el perfil de los habitantes.
Pues bien, la Comunidad de Madrid aporta el 70,3% de las contribuciones netas a dicho fondo, lo que suponen 4.343 millones de euros. Las otras dos regiones que aportaron más de lo que recibieron a cierre de 2019 fueron Cataluña y Baleares. No obstante, lo ingresado por estas comunidades es muy inferior a lo aportado por Madrid: el 24% en el caso de Cataluña (1.468 millones) y el 6% en el de Baleares (364 millones). Por lo que respecta a valores absolutos, Madrid sigue siendo la más solidaria, ya que su aportación total es de 18.181 millones. Esta cifra rebasa la de Cataluña en 500 millones y en más de 5.000 la de una región como Andalucía.
Impuestos bajos
Cabe recordar que, en la actualidad, Madrid cuenta con el tipo mínimo del impuesto más bajo de toda España, en el 9%, mientras que Cataluña lo tiene en el 12%. Igualmente, el tipo máximo del IRPF en la Comunidad de Madrid es del 21%, mientras que en Cataluña alcanza el 25%.