El gran incendio forestal de Llançà, que tuvo lugar el pasado mes de julio, dio la oportunidad al nuevo Ejecutivo del republicano Pere Aragonés de estrenarse en la gestión de este tipo de sucesos. Al protagonismo del fuego se unió entonces el de las declaraciones incendiarias como las de la presidenta del Parlament, la posconvergente Laura Borràs, que acusó a España de no enviar medios para ayudar y de obstaculizar la colaboración de Francia. Tres semanas después es un digital separatista, Vilaweb, el que destapa la dura realidad: el Govern dejó en tierra nada menos que tres aviones de la Generalitat que podían haber participado en las tareas de extinción mientras acusaba a España de no enviar medios aéreos y de impedir que Francia mandara los suyos a Cataluña.
Las declaraciones las formula un piloto de hidroaviones catalán, Ignasi Figueras, y van más allá de lo preocupante. «Durante el incendio», asegura Figueras, «había tres aviones de la Generalitat, los dos de Igualada y el Alguaire, en tierra. Es incongruente pedir apoyo -en referencia a Francia- si no aprovechas todos tus medios».
También helicópteros
En otro punto de la entrevista, Figueras añade que, además, había helicópteros disponibles para intervenir en Llançà. Y también explica que «si movilizas todos los medios, el resto del territorio queda desprotegido«. Algo que «también le pasa a los franceses y a los españoles si vienen a echarnos una mano».