La tarta publicitaria de la Generalitat es millonaria. Durante 2020, en plena pandemia de COVID-19 y con una crisis económica nunca vista en las últimas décadas, el Govern de Junts y ERC se gastó nada menos que 32 millones de euros en engrosar las cuentas de, básicamente, los grupos mediáticos vinculados al procés, con el conglomerado de los Godó a la cabeza. Otros como El Nacional, el Ara o Nació Digital salieron también muy bien parados. Sin embargo, el reparto no llegó a medios que ahora, ante el desaguisado, no tienen ningún reparo en confesar públicamente que se pusieron al servicio de la causa del procés para ejercer de meros propagandistas.
El caso más destacado es el del digital La República, propiedad del exdiputado de ERC Joan Puig, conocido, básicamente, por bañarse en 2005 en la piscina mallorquina de Pedro J. Ramírez con el carné de parlamentario en la boca. En un delirante y sonrojante editorial, Puig reivindica su derecho a recibir su parte de la tarta millonaria y más cuando los encargados del reparto son sus compañeros de ERC.
Castigo a «los más fieles al 1-O»
En el texto, Puig recuerda que los líderes de ERC Oriol Junqueras y Marta Rovira apuntaban en su libro Tornarem a vèncer a los grandes grupos mediáticos como beligerantes contra el procés. Son, sin embargo, esos grupos los que más se beneficiaron de la publicidad institucional en 2020, cuando el responsable era el hoy presidente, Pere Aragonés. En un una reunión con el entonces conseller de Economía, Puig le demostró, «con datos contrastados, que seguían priorizando a los medios de siempre, los contrarios al procés independentista y castigando a los más fieles al 1-O«.
La consecuencia, denuncia ahora, fue la pretensión de ERC de que cerrara el digital a cambio de recibir más dinero para otras publicaciones de las que también es editor. Además, dejaron de invitarle a las tertulias del programa Catalunya Nit, en Catalunya Ràdio. «Fue el mismo Saül Gordillo [director de Catalunya Ràdio]», explica Puig en su editorial, «quien me lo reconoció, en una prueba evidente de que se utilizan a los tertulianos de los medios públicos en clave política«.
Y concluye reafirmando su compromiso para seguir difundiendo la propaganda del procés, asegurando que sus medios «no se desviarán ni un milímetro» del proyecto separatista liderado por Junts y ERC. Puig, finalmente, reivindica su papel en el referéndum ilegal del 1-O, mediante la publicación de anuncios de la consulta, lo que le llevó a tener que declarar ante la Guardia Civil y la Justicia. Ya hizo algo más por la independencia que el hoy presidente Pere Aragonés.