Mientras la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural preparan el cuarto aniversario del referéndum ilegal del 1-O con el paseo de las urnas por toda Cataluña como protagonista, otros grupos comienzan a ejecutar acciones violentas con el fin de forzar al Govern del republicano Pere Aragonés a ir más allá del diálogo con el Estado. Es el caso de Acció per la Independència que, aunque se dio a conocer el pasado mes de abril, no ha sido hasta este verano que ha llevado a cabo acciones reivindicativas como el ataque a la Cripta de los Tercios de Requetés en Montserrat. Una acción que en estos momentos investiga la Fiscalía de Barcelona tras ser denunciada por Vox.
Este grupo ultra ha publicado en las últimas horas en sus redes sociales un manifiesto en el que invita a los separatistas a unirse a sus campañas o a llevarlas en solitario. Para ello han puesto en marcha la que llaman Operació Dòmino, cuyo objetivo es «erradicar los símbolos fascistas y de ocupación española» de Cataluña, según figura en el documento. «Destruyendo sus símbolos», añaden, «destruimos su ideología». Creen que, además, con estos sabotajes pueden demostrar que controlan el territorio y que cuentan con «una alta capacidad que se puede replicar en cualquier momento».
Montserrat y Tortosa, en el punto de mira
Sus principales objetivos ahora mismo son Montserrat y Tortosa. Y en el manifiesto hacen una «llamada popular» para que «ambos monumentos caigan de una u otra manera». A este objetivo suman los de «hacer visible» tanto «la ocupación» como supuesto el «conflicto» entre la Cataluña separatista y España. Algo que, aseguran, «quieren diluir desde arriba».
Como otros grupos violentos, Acció per la Independència se presenta como «un movimiento de liberación nacional» que no podrá ser frenado por «ninguna mesa de negociación o estrategias partidistas». «Comienza un ruido desde abajo», amenazan, «donde todo comenzó, para organizar un último embate contra el Régimen y sus cómplices«. Una terminología que en los últimos meses los catalanes han visto emplear fundamentalmente a miembros de Junts y de la coalición radical Guanyem-CUP, aunque añadiendo a la palabra «embate» el adjetivo «democrático». «Ya no hay marcha atrás ni retornos al peix al cove«, concluye el manifiesto, «hemos aprendido la lección y esta vez les pasaremos por encima«.
Si bien es cierto que, en los últimos años, han aparecido varios grupos violentos vinculados al procés, como es el caso de los Comités en Defensa de la República (CDR), también lo es que, en esta ocasión, Acció per la Independència ha ido un poco más allá con los sabotajes que ya ha protagonizado. En tan solo 10 días de julio han destrozado una cruz de piedra con la inscripción Caídos por Dios y por España. Presentes en Prat del Compte; el conjunto funerario de Ponts des Molins dedicado a los Mártires de Teruel; una lápida por los Mártires por Dios y por España en Vilalba dels Arcs; varios símbolos franquistas en Santa María del Colell y tres monolitos ubicados en Avinyó, Canet d’Adri y Albons.