La última encuesta elaborada por el Ayuntamiento para conocer, entre otras cuestiones, cuáles son los problemas que más preocupan a los barceloneses arrojaba un resultado desalentador para el Gobierno muncipal: la gestión de Ada Colau, de los comunes y del PSC se recogía como el segundo problema de los residentes en la capital catalana. La inseguridad en la ciudad aparecía como el primero. ¿Cuál ha sido la respuesta del Consistorio? Anunciar a bombo y platillo la creación de un centro de «masculinidad positiva» que entrará en funcionamiento el próximo mes de octubre.
El anuncio es, cuando menos, confuso pues lo ha realizado la controvertida alcaldesa vinculándolo especialmente a los cada vez más graves problemas de LGTBIfobia (término de nueva creación) registrados en la ciudad en los últimos meses y no a las cada vez también más habituales agresiones de hombres contra mujeres. Sea como sea, lo cierto es que Colau ya tiene, al menos, el anuncio de un centro que ha levantado en redes sociales como Twitter todo tipo de críticas y mofas. Básicamente porque cuesta entender que desde el Ayuntamiento se apunte directamente a casi la mitad de los barceloneses, es decir, a los hombres heterosexuales, por el mero hecho de ser hombres y heteros.
Así las cosas y, como suele suceder en Twitter, numerosos usuarios se han mofado de la idea de la alcaldesa. Otros, como era de esperar, han publicado duras críticas a Colau, a la que reprochan no solo el estado lamentable en el que se encuentra Barcelona sino la persecución injustificada de los hombres heterosexuales.