El domingo pasado dimos un repaso al estado de las cuentas públicas al terminar el primer semestre de 2021. Había sombras y luces. Y se habló de las sombras, a saber: la quinta ola de la pandemia, el débil crecimiento del PIB en el primer trimestre, el incremento de la inflación, y el mantenimiento de un déficit muy alto, que arrastra el imparable crecimiento de la deuda pública.
Hoy nos toca hablar de las luces. Aparte del buen ritmo de vacunación, que puede culminar a finales de agosto, hay otras cosas positivas. Veamos.
1.- Aumento de la ocupación
En diciembre de 2020 la afiliación media a la Seguridad Social fue de 19.048.000 personas. Descontando los 703.000 trabajadores que se encontraban entonces en ERTEs, podemos situar la afiliación al final de 2020 en 18.345.000 personas.
En junio de 2021 la afiliación media fue de 19.500.000 personas. Descontando los 448.000 trabajadores que se encontraban en ERTEs, podemos situar la afiliación al final del primer semestre de 2021 en 19.052.000 personas.
Así pues, en este primer semestre la afiliación ha aumentado en 707.000 personas. Todo ese aumento se ha producido en el segundo trimestre (en el primer trimestre el PIB cayó un -0,5%). Aunque veníamos de un nivel muy bajo, es un dato excelente. Y según nos dice el ministro Escrivá, los datos de afiliación en lo que va de julio van a ser muy buenos. Habla de 150.000 afiliados más. Magnífico.
El crecimiento del empleo es la única tabla de salvación del Estado del bienestar. Sólo creando muchos más empleos podremos seguir pagando las pensiones. Y aquí tenemos una asignatura histórica pendiente: reducir el insoportable nivel de paro (4 millones), sin parangón con los países de nuestro entorno. El objetivo a medio plazo debe situarse en crear 3 millones de empleos más, y alcanzar los 23 millones de ocupados. Gobierno, Oposición, Sindicatos y Empresarios tienen que sentar las bases para conseguir ese objetivo. Aparte de la vacunación (que acabará muy pronto), la prioridad absoluta es crear empleo. Los partidos que no tengan clarísima esta prioridad no sirven.
2.- El BCE mantendrá bajos los tipos de interés
La inflación interanual de la eurozona a final de junio quedó en el 1,9% (2,7% en España), muy cerca del 2% que el BCE tiene la misión de no sobrepasar. Eso ponía en peligro la política de compras de deuda y tipos de interés bajísimos, que es lo que está permitiendo sobrevivir a varios países, entre ellos España. Sin embargo, ese peligro ha sido eliminado por el BCE. En su reunión del jueves 22 el BCE ha confirmado que seguirá apoyando la recuperación y manteniendo los bajísimos tipos de interés durante bastante tiempo (¿hasta 2024?). Y eso será así aunque la inflación supere puntualmente el 2%. Ese 2% se medirá en el medio plazo. Buena noticia.
3.- La UE ha aprobado el Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) presentado por España
El pasado mes de junio, la Comisión evaluó positivamente el PRR presentado por el Gobierno de España. En ese PRR se detallan las Reformas e Inversiones que justifican los 140.000 millones de euros que tenemos asignados, entre 2021 y 2026. De esos millones, 69.500 son subvenciones, es decir, transferencias no reembolsables. El resto son préstamos muy favorables.
El 13 de julio la UE dió su aprobación definitiva al PRR presentado por España (y a los PRR de 11 países más). Es otra excelente noticia. Y ha autorizado el desembolso inmediato de 9.000 millones de subvenciones. Y en diciembre de este año, previo examen, esperamos recibir 10.000 millones más. En total, 19.000 millones. Bastante menos de los 27.000 presupuestados por el Gobierno para este año 2021. Pero no está mal.
Conviene advertir que, para liberar los fondos, Bruselas va a mirar con lupa cómo hacemos las cosas. Y soltará el dinero poco a poco, hasta 2026, a medida que vayamos cumpliendo los hitos. No sólo va a vigilar si las Inversiones escogidas son idóneas para los objetivos del PRR. Va a vigilar si implementamos las Reformas coherentes con esos objetivos. En especial, la Reforma laboral, la Reforma de las pensiones y la Reforma fiscal. Y va a vigilar también como caminamos sobre la senda de reducción del déficit.
El tema de las Reformas dará guerra. Es difícil que una Reforma laboral que le guste a Unidas Podemos sea del gusto de Bruselas. Bruselas quiere flexibilidad. Lo mismo pasa con la Reforma de las pensiones: Bruselas quiere recortes de gasto ya. Dudo que estas divergencias se solucionen mareando la perdiz.
Estaremos sometidos a observación rigurosa. Y hay una serie de países, como Alemania (a ver cómo respira cuando Merkel se vaya en septiembre), Holanda, Austria, Suecia y Finlandia (los frugales), que van a ser especialmente exigentes con nosotros (y con Italia, Portugal y Grecia). Habrá un examen cada semestre y hay que aprobarlo para ver el dinero.
Nunca se insistirá lo bastante para que la gestión de los fondos se haga al máximo nivel de seriedad, eficiencia, neutralidad y transparencia. El desgraciado asunto de Plus Ultra no puede volver a repetirse, ni por asomo.
4.- Reforzamiento de la línea económica correcta en el Gobierno
La reciente crisis de Gobierno ha supuesto el ascenso a la Vicepresidencia Primera de Nadia Calviño, Ministra de Economía. Queremos pensar que eso es una buena señal de por dónde van a ir las cosas en los próximos meses. Tenemos la impresión de que Calviño sabe lo que hay que hacer para crear empleo (sobre todo, lo que no hay que hacer), y sabe bien lo que quiere Bruselas de nosotros. Que ella sea la directora de la política económica del Gobierno nos da esperanza.
Veremos pronto cómo se juega la partida. Veremos quién se lleva el gato al agua en el tema del salario mínimo, el control de los alquileres, la Reforma laboral…
Es evidente que los socios del PSOE (Unidas Podemos y ERC) no llevan en su ADN la sustancia necesaria para crear empleo. Sólo saben subir impuestos y gastar más. Ahuyentan a empresarios e inversores.
Con ellos va a ser muy difícil hacer lo que necesitamos. Por eso, Pedro Sánchez y Pablo Casado deben propiciar un acercamiento, aunque sea mínimo, en los tres o cuatro temas vitales. Eso es imprescindible en asuntos políticos como la renovación del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional. Y es totalmente necesario en asuntos económicos cruciales, como la Reforma laboral, la Reforma de las pensiones, la Reforma fiscal. Y en la gestión de los Fondos Europeos. Bruselas reclama el máximo acuerdo político.
El calvario que pasó el Gobierno este miércoles en el Congreso para conseguir la aprobación del Decreto-Ley de interinos, por un solo voto, y tras ceder a unas exigencias de ERC de dudosa constitucionalidad, hace temblar. No entendemos cómo se puede afrontar la ingente tarea que nos espera con una mayoría tan ridícula y tan volátil.