El enfrentamiento que mantienen ERC y Junts, a pesar del pacto para gobernar, podría dar al traste con la pretensión de renovar las cúpulas de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (más conocida como la Corpo) y del Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC). Así lo consideran diversas fuentes consultadas por elliberal.cat, que también coinciden en que «la aspiración de Junts ahora mismo es que vuelva a haber elecciones pronto» por lo que la posconvergencia de Carles Puigdemont no ve necesario cambiar las direcciones de estos órganos.
Y es que, en estos momentos, tanto en la Corpo como en el CAC son representantes de Junts los que presiden las cúpulas. El partido no parece estar dispuesto a ceder el control a ERC, que, al haber ganado las elecciones del 14-F, tiene que ser la que proponga a estos presidentes. A esto se añade que el actual director de TV3, Vicent Sanchis, fue nombrado a propuesta de los posconvergentes. Y en un escenario en el que Junts apuesta por una legislatura muy corta, no parece que sea una buena estrategia permitir que el control de la cadena pública, principal herramienta de propaganda para ambas formaciones, esté en manos del adversario.
Aragonés, el convergente
Motivos como estos explicarían el delirante documental dedicado al presidente Pere Aragonés el pasado lunes en TV3. Un programa en el que, además de insistir en la idea de que ERC ha renunciado al proyecto separatista, se llegaba a afirmar que el republicano encarna a la perfección los valores del proyecto convergente que, en su día, quiso poner en marcha el expresidente Artur Mas.
Fuentes de la Corpo, por otro lado, indican que el apoyo del PSC a una propuesta de renovación servirá de poco «mientras Junts no quiera colaborar». Y es que cualquier cambio en este sentido necesita del apoyo de una mayoría cualificada en el Parlament, es decir, en estos momentos, tendría que ser votado a favor por el PSC, ERC y Junts. «Hace falta que Junts quiera», añaden las mismas fuentes, «y ahora los que realmente tienen prisa son los de ERC».
Mandatos caducados
Lo cierto es que la situación en ambos entes es, cuando menos, sorprendente. Tanto en un caso como en el otro, las cúpulas deberían haberse renovado hace tiempo. Al no llegar a los acuerdos necesarios para ello, se producen situaciones tan surrealistas como que en el CAC, de los cinco consellers que deberían estar trabajando, solo haya tres. Mientras que, en la Corpo, de los seis miembros que por ley tendrían que trabajar, solo estén cubiertos cuatro puestos. En este ente, además, hay hasta un vocal elegido en su día por Unió Democràtica de Catalunya, partido que se disolvió en marzo de 2017.
Estas disfunciones no tienen, sin embargo, repercusión en el día a día de ambos organismos. Sus miembros siguen trabajando a pesar de que ya no cuentan, en sentido estricto, con el respaldo parlamentario, pues fueron elegidos para mandatos que ya han caducado. A ello se suma que ninguno ha mostrado hasta ahora ganas de renovación puesto que todos tendrán que abandonar ambos entes y en unas condiciones poco atractivas. Según explican fuentes parlamentarias, «cuando acaban sus mandatos, acaban sus contratos, que no tienen ningún tipo de indemnización y, además, por una cuestión de incompatibilidades, se les prohíbe trabajar en los dos años siguientes en empresas vinculadas a estos temas».
Así las cosas, y salvo que en Junts cambie la estrategia, parece difícil, si no imposible, que en los próximos meses la Corpo o el CAC cuenten con nuevas caras. De poco servirán los proyectos del socialista Salvador Illa para renovar totalmente los medios públicos catalanes o las denuncias de la ciudadana Anna Grau sobre los desmanes en TV3 mientras que en Waterloo tengan claro que ERC es el enemigo a abatir y que, para ello, la controvertida cadena televisiva es un arma a la que no están dispuestos a renunciar.