Uno de los mantras del separatismo es que España somete a un supuesto expolio fiscal a Cataluña, hipótesis que ha sido refutada por Josep Borrell en su libro Las cuentas y los cuentos de la independencia. Sin embargo, pese a esta reclamación, la comunidad catalana ejerce una presión fiscal sobre sus propios ciudadanos sin parangón en el resto de España. Así, y coincidiendo con el día de la liberación fiscal en Cataluña, el Instituto Ostrom, un think tank liberal, publicó ayer un estudio que mantiene que la región catalana es la que ejerce mayor presión fiscal de toda España.
Para demostrarlo, el estudio destaca datos como que «un contribuyente soltero y sin hijos con ingresos brutos anuales de 30.000 euros paga 325 euros más anualmente en IRPF en Cataluña que en Madrid». Por otro lado, el Instituto también recuerda que Cataluña «es la única comunidad, conjuntamente con Valencia, que ha aumentado la carga impositiva en el último año 2020». A este respecto, señala que «desde el 1 de enero de 2021, el tipo marginal máximo del IRPF en Cataluña es del 51%».
Solo la mitad del salario para el consumo
Por otra parte, Ostrom hace hincapié en que el salario medio bruto catalán, sobre los 24.000 euros, finalmente queda rebajado en la realidad a 16.000 euros netos. De esta forma, explica, el trabajador dispone solamente de la mitad de su salario bruto para el consumo.
Ante este panorama fiscal, el presidente del Instituto Ostrom, Eric Herrera, alerta de que Cataluña corre el peligro de que «los recursos generados por las familias durante el confinamiento deban destinarse a pagar más impuestos en vez de contribuir mediante inversión». Por este motivo, Herrera defiende que «se tiene que reforzar la incidencia redistributiva del gasto público, con especial énfasis en las políticas de infancia, rentas y activación laboral».