La pandemia del COVID-19 ha dado lugar a una nueva normalidad en la que la demoscopia intenta profundizar analizando cómo el virus ha cambiado los valores de la sociedad. Con este objetivo, el profesor alemán Christian Welzel, junto a un grupo de expertos, ha puesto en marcha en varios países una encuesta tipo panel que, a través de un cuestionario estándar, pretende conocer los valores de las personas «en tiempos de crisis» y si, en esta situación, pueden cambiar. A este panel se ha unido el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat, que acaba de dar a conocer los resultados del estudio, realizado en tres momentos concretos de la pandemia (junio y noviembre de 2020 y abril de 2021).
Los datos son, cuando menos, llamativos. Por ejemplo, esta encuesta desvela que buena parte de los catalanes prefiere que sea un gobierno formado por expertos «el que decida qué políticas son mejores para el país». Para un 20% de los 2.500 encuestados por el CEO esta sería la prioridad número 1 en abril de 2021. Un año antes, se inclinaba por esta opción el 23,5%, mientras que en el mes de noviembre lo hacía el 22,6%.
Políticos más técnicos
Paralelamente, más del 70% de los encuestados estaría muy de acuerdo o de acuerdo con la idea de que los políticos dejaran a un lado sus agendas políticas para «afrontar los problemas desde un punto de vista técnico«. En este caso, el 20% del catalanes no estaría ni de acuerdo ni en desacuerdo. Solo un 4,6% estaría en desacuerdo y un 1,9% muy en desacuerdo.
La encuesta, por otro lado, recoge que los sectores que hoy son observados con más confianza por parte de los ciudadanos son el sanitario y el de los expertos científicos. De este modo, más de un 70% de los encuestados por el CEO muestra mucha o bastante confianza en estos profesionales. Nada que ver con los resultados que obtienen en la encuesta TV3, los gobiernos catalán y central y las instituciones autonómicas y nacionales. En este sentido, los catalanes muestran un elevadísima desconfianza hacia los ejecutivos del socialista Pedro Sánchez y de los separatistas. En el primer caso, nada menos que el 89% de los encuestados dice tener poca o ninguna confianza en el Gobierno central. El 72,5% muestra la misma actitud hacia el Govern. Las instituciones no salen mucho mejor paradas. Solo el 33,8% asegura sentir mucha o bastante confianza en las instituciones catalanas, mientras que este porcentaje cae hasta el 21,9% en el caso de las españolas.
Más participación ciudadana en la toma de decisiones
Hay en el sondeo cuestiones que demuestran claramente que Cataluña, a pesar de la propaganda separatista, es una sociedad acomodada en la que las preocupaciones tienen poco o nada que ver con las de aquellos que residen en lugares menos afortunados. Basta como ejemplo el hecho de que el 68,7% de los encuestados sitúe el aumento de la participación ciudadana en la toma de decisiones de los gobiernos en el primer lugar de la lista de «los objetivos del país para los próximos 10 años». Solo un 27,9% opina que debe ser prioritario «mantener el orden», mientras que para el 44,4% el objetivo debería ser «combatir la subida de los precios«.
La mayoría de los encuestados, por otro lado, se definen como «personas de buen corazón«, protectores hacia los más desfavorecidos, capaces de conmoverse y de tener «sentimientos de ternura y preocupación» hacia «la gente menos afortunada». Un 86,3% afirma no haberse dejado llevar por las teorías conspiranoicas que inundan las redes sociales desde el inicio de la pandemia, aunque un 39,6% también considera que Twitter y Facebook tienen la misma credibilidad que los medios de comunicación tradicionales.
A pesar de estos datos, el 24,8% considera que «el virus es artificial«. Algo más del 20% cree que su propagación ha sido deliberada por parte de «un grupo de personas», mientras que un porcentaje similar opina que tras la misma se encuentran algunos países.
Las preguntas de siempre
Como era de esperar, el CEO aprovecha la ocasión para introducir en el panel las preguntas habituales que permiten a las formaciones separatistas reafirmarse en su proyecto secesionista. De este modo, recoge el incremento de ciudadanos que dicen sentirse únicamente catalanes, que pasa de un 17,9% en junio de 2020 a un 18,3% un año más tarde. El 35% asegura sentirse tan español como catalán, porcentaje que en abril de 2021 es del 36,4%. Suben una décima los que aseguran ser solo españoles, pasando del 7,6% al 7,7% mientras que bajan del 8,1% al 6,6% los que se definen como más españoles que catalanes. La mayoría de los encuestados, además, se ubica entre la extrema izquierda (11,7% en 2021) y el centro (17,1%), frente a un exiguo 1,9% que se define como de extrema derecha.