Mucho se ha especulado en los medios de comunicación sobre las razones de la crisis de gobierno anunciada por el presidente Sánchez el sábado pasado. Quizá ni el propio presidente tenga una explicación convincente más allá de la sentida necesidad de recomponer urgentemente la muy deteriorada imagen de un gobierno incapaz de gestionar la mayor crisis humanitaria y la recesión económica más grave que ha padecido la sociedad española en muchas décadas.
Quizá ni el propio presidente tenga una explicación convincente más allá de la sentida necesidad de recomponer urgentemente la muy deteriorada imagen de un gobierno incapaz de gestionar la mayor crisis humanitaria y la recesión económica más grave que ha padecido la sociedad española en muchas décadas.
Cuando este gobierno apruebe el anteproyecto de ley de Memoria Democrática en las próximas semanas, les pido a los ciudadanos españoles que recuerden a los más 100.000 fallecidos que perdieron prematuramente su vida durante el primer año y medio de esta tan democrática XIV Legislatura. Y cuando el presidente les hable de un rosado futuro económico en 2030 o 2050, que recuerden que el PIB registró una caída de 10,84% en 2020, la mayor de todas las grandes economías desarrolladas y la más severa registrada por la economía española desde la Guerra Civil.
Cuando este gobierno apruebe el anteproyecto de ley de Memoria Democrática en las próximas semanas, les pido a los ciudadanos españoles que recuerden a los más 100.000 fallecidos que perdieron prematuramente su vida durante el primer año y medio de esta tan democrática XIV Legislatura.
No, con estos ministros y esta pesada carga en su mochila, el presidente no podía acometer la segunda parte de esta funesta XIV Legislatura y aspirar a mejorar los pobres resultados que cosechó en las tres últimas elecciones generales a las que concurrió como secretario general del PSOE y aspirante a presidir el gobierno de España: 78 diputados del PSOE más 7 del PSC en junio de 2016; 111 diputados del PSOE más 12 del PSC en abril de 2019 y 109 diputados del PSOE más 12 del PSC en noviembre de 2019.
No, con estos ministros y esta pesada carga en su mochila, el presidente no podía acometer la segunda parte de esta funesta XIV Legislatura y aspirar a mejorar los pobres resultados que cosechó en las tres últimas elecciones generales
Quién sabe si quizá en los breves 45 segundos en que acompañó Sánchez al presidente Biden por un pasillo durante la cumbre de la OTAN el pasado 14 de junio, “una primera y pequeña toma de contacto”, el presidente estadounidense le aconsejó remodelar su gobierno y cambiar sus políticas hacia ciertas dictaduras en Hispanoamérica si quería mejorar sus relaciones con Estados Unidos, cuyo presidente, recordemos también, ni siquiera se molestó en devolverle a Sánchez la llamada que éste le hizo para felicitarle tras ser investido presidente.
Soltar lastre
No se han tomado muy bien la crisis algunos de los ministros salientes y otros que han perdido peso. Uno de ellos, con una larga trayectoria como fiel escudero y diligente deshollinador de chimeneas que seguramente se consideraba intocable, ha salido tan escocido que ni siquiera mencionó en su despedida a quien le había nombrado para el cargo.
No se han tomado muy bien la crisis algunos de los ministros salientes y otros que han perdido peso
Otra ministra que quizá desconocía los méritos que la habían hecho acreedora de tan alto honor en su día, se marchaba con un amargo regusto en la boca ignorando -¿no era progresista, se preguntaba, estar al lado del Frente Polisario?- por qué había sido cesada ahora. Uno de los que se queda, acostumbrado como jefe de cocina a urdir platos principales con salsa tripartita, ha recibido también con manifiesto malestar ser reubicado como pinche del maestro pastelero en las fiestas de la cultura.
Uno de los que se queda, acostumbrado como jefe de cocina a urdir platos principales con salsa tripartita, ha recibido también con manifiesto malestar ser reubicado como pinche del maestro pastelero en las fiestas de la cultura
Sánchez sabe que dentro de unos días su malestar y descontento se desvanecerán como burbujas de gaseosa y podrá, Covid mediante, contar con “un nuevo equipo para afrontar una recuperación justa, digital, verde y feminista”. ¡Cuánta palabrería vacua!
Como les decía al final de mi artículo de la semana pasada en El Liberal, “el rápido aumento del número de infectados en España en las últimas semanas indica que estamos adentrándonos en la quinta oleada, y ésta sí es una muy mala noticia, tanto por el riesgo que entraña para la salud de todos nosotros, mayores vacunados y jóvenes todavía por vacunar, como porque aleja de nuevo la ansiada vuelta a la normalización de la actividad económica”, y les recomendaba que “no se dejen entontecer por los cantos de sirena”.
El rápido aumento del número de infectados en España en las últimas semanas indica que estamos adentrándonos en la quinta oleada, y ésta sí es una muy mala noticia
Esta semana ya hemos escuchado algunos. Sánchez recibió en persona personalmente a Van der Layen, presidenta de la Comisión de la UE, y se congratuló de que recibiremos 9.000 millones en transferencias de la UE antes de finales de julio para promover la transición digital y ecológica. Nadie puede entristecerse cuando le regalan 9.000 millones, pero conviene situar la noticia en el contexto de nuestra muy debilitada economía para valorar su verdadero alcance.
No será fácil
Como he mencionado en el primer párrafo, la recesión que sufrió España en 2020 redujo, según el INE, el PIB en 10,84%, lo que sobre un PIB de 1.244.772 millones en 2019, supone una pérdida de producción real equivalente a 134.933 millones. Este es el montante total en que se han reducido la remuneración de los asalariados, el excedente de explotación bruto y las rentas mixtas de las empresas y los autónomos, y los impuestos ligados a la producción e importaciones de las Administraciones Públicas. No hace falta insistir en que, ante la magnitud de la caída, los 9.000 millones de transferencias en la UE son un paliativo muy ligero para una economía que está también en la UCI, por mucho que el presidente alardee de haber gestionado la crisis con notable. ¡Qué se lo digan a todos los ciudadanos que han visto recortadas de manera tan severa sus rentas o han perdido sus empresas y negocios en 2020 y lo que llevamos de 2021!
Ante la magnitud de la caída, los 9.000 millones de transferencias en la UE son un paliativo muy ligero para una economía que está también en la UCI, por mucho que el presidente alardee de haber gestionado la crisis con notable. ¡Qué se lo digan a todos los ciudadanos que han visto recortadas de manera tan severa sus rentas o han perdido sus empresas y negocios en 2020 y lo que llevamos de 2021!
Para tener una idea más concreta de la insostenible situación en que se encuentran algunos sectores, como Hostelería y Restauración, golpeados por las restricciones impuestas y el desplome del turismo internacional, conviene tener muy presente que el gasto de los turistas internacionales en los primeros cinco meses de 2021, ascendió, según el INE, a 3.349,17 millones, frente a 11.730,33 en 2020 y 30.566,35 en 2019, el último año en que las actividades en este sector se desenvolvieron con normalidad.
La caída resulta escalofriante y el repunte de casos por Covid-19 registrado en las últimas semanas amenaza con frenar la incipiente recuperación que había registrado el turismo internacional en los meses de abril y mayo, los últimos para los que disponemos de cifras. Ya me contarán qué efecto siquiera indirecto puede tener para los empresarios y trabajadores afectados en estos sectores los 9.000 millones de la UE, después de 17 meses de cierres, restricciones horarias y la perspectiva de un nuevo fiasco este verano.
Ya me contarán qué efecto siquiera indirecto puede tener para los empresarios y trabajadores afectados en estos sectores los 9.000 millones de la UE, después de 17 meses de cierres, restricciones horarias y la perspectiva de un nuevo fiasco este verano.
El presidente puede cambiar a los subalternos de su cuadrilla y hacer promesas gratuitas a futuro sobre cuyo incumplimiento nadie podrá pedirle cuentas, pero hay dos hechos incontestables sobre los que los españoles sí podemos y debemos pedirle cuentas. En primer lugar, Sánchez incumplió la promesa hecha a sus electores de que no formaría un gobierno de coalición con Unidas Podemos, sustentado por la variopinta fauna de partidos nacionalistas y secesionistas cuyo único nexo entre ellos es acabar con la España de ciudadanos libres e iguales constituida en 1978.
Sánchez incumplió la promesa hecha a sus electores de que no formaría un gobierno de coalición con Unidas Podemos
En segundo lugar, la incapacidad del gobierno para atajar la epidemia en el primer semestre de 2020 ha constituido un fracaso de gestión estrepitoso, tanto por el elevado número de víctimas como por las cuantiosas pérdidas que ha ocasionado a la sociedad española.
La incapacidad del gobierno para atajar la epidemia en el primer semestre de 2020 ha constituido un fracaso de gestión estrepitoso, tanto por el elevado número de víctimas como por las cuantiosas pérdidas que ha ocasionado a la sociedad española.
Quien no supo comprender que la única manera de evitar la catástrofe humanitaria y económica que se cernía sobre nosotros requería adoptar medidas eficaces para controlar con rapidez la epidemia y evitar nuevas oleadas, no merece ser un día más presidente del gobierno de España.
[…] Pasar página a toda prisa […]