Ayer por la tarde, el Govern anunciaba nuevas restricciones a la movilidad nocturna que podrían entrar en vigor en los próximos dos días. En concreto, se cerrará toda actividad por la noche, a partir de las 00.30 horas. La medida afectará, una vez más, a bares, restaurantes, reparto a domicilio y ocio nocturno. Además, se limitarán las reuniones sociales a 10 personas y se prohibirá comer y beber en la calle.
«Los contagios no se dan en las actividades regladas»
A la espera de la decisión del TSJC, ya se han producido las primeras reacciones al anuncio del Govern. Desde el Gremi de Restauració de Barcelona les animan a centrarse en los encuentros sociales que se producen fuera de los espacios reglados. Argumentan que en los encuentros multitudinarios, donde participan personas aún no vacunadas, el cumplimiento de las medidas sanitarias no suele ser especialmente riguroso.
«Es aquí donde tenemos los focos de contagio, y no en las actividades regladas: restauración, comercio, cultura, etc.», alerta Roger Pallarols, director del Gremi. «Bares y restaurantes -continúa- han funcionado de manera estable desde Semana Santa con una incidencia nula en la evolución de los contagios».
«Preocupa la afectación anímica del cierre»
“Aunque el cierre a las 00:30 horas, tendrá un impacto relativo en la mayoría de los establecimientos, nos preocupa la afectación anímica que tendrá la medida. Tanto en los ciudadanos, como en los propios restauradores”, asegura Pallarols.
«Los ciudadanos estamos agotados. Hemos pasado un invierno con restricciones severas y esperábamos tener un verano tranquilo. El ánimo de los restauradores está por los suelos. Personas al límite de sus capacidades, asustadas y angustiadas por las deudas. Temen que, tal y como ocurrió el año pasado, el verano vaya de mal en peor a partir de este momento», reconoce.