Mientras buena parte de los españoles experimenta dificultades para llegar a final de mes en plena crisis del COVID-19, en el Ayuntamiento de Barcelona las cosas deben de ir muy bien. Buena prueba de ello es que el Gobierno municipal que preside Ada Colau, otrora la líder de los pobres, no ha tenido ningún problema en destinar casi 70.000 euros públicos a la adquisición de una escultura de la prestigiosa Susana Solano y realizada por el Estudi Víctor Rahola. La obra se ha instalado en los Jardines de Ca l’Aranyó, en el distrito de Sant Martí.
La denuncia la ha formulado en Twitter el número 2 del PP en la capital catalana, el concejal Óscar Ramírez. El edil, no sin razón, se ha referido a la obra de Susana Solano como «un monumento que parece una jaula o el acceso a un parking subterráneo». Ramírez, además, ha calificado de «sorprendentes» las prioridades de Colau «en plena crisis».