Uno de los mantras más repetido por el separatismo durante los años del procés fue que Cataluña sufría un déficit fiscal de 16.000 millones al año. Esta cifra fue desmentida por el actual vicepresidente de la Unión Europea Josep Borrell, que en su libro Los cuentos y las cuentas de la independencia arrojaba una cifra mucho menor pero más realista: en torno a tres mil millones. Pese a ello, el nuevo conseller de Economía y Hacienda de la Generalitat, Jaume Giró, asegura ahora que este «déficit» puede situarse entre los «18.000 y 20.000 millones». Esto supondría entre «2.400 y 2.600 euros» por cada persona que vive en Cataluña al año.
La nueva valoración del déficit fue estimada ayer por Giró en una comparecencia parlamentaria a pesar de la ausencia de datos actualizados. Pero, según el exdirectivo de La Caixa, «de acuerdo con las cifras del PIB, parece realista pensar que la cifra estará ahora entre los 18.000 y los 20.000 millones de euros». Por tanto, Giró sentenció que «no piensa renunciar a nada» porque el déficit fiscal no es una «cantinela» sino una «injusticia». «El Gobierno sabe que tenemos la razón», mantuvo. Y explicó: «Mis prioridades de gestión en estos primeros cuatro años irán dirigidas a resolver el déficit fiscal y a recuperar las inversiones por parte del Estado para corregir los déficits endémicos que sufrimos en materia de infraestructuras».
«Un nuevo Estado dentro de la UE»
Sobre este último aspecto, el conseller se mostró convencido de que las empresas y los catalanes sienten esa falta de inversiones en infraestructura. Y es que, según Giró, Cataluña recibió 125 euros por habitante en 2020 frente a los 161 que habrían recibido de media el resto de comunidades, lo que representa un 28% más. Por último, no quiso terminar su alocución tachando de «persecución» la labor del Tribunal de Cuentas al investigar a la malversación cometida por los Ejecutivos nacionalistas y anunció que su prioridad actual es la «soberanía plena» para que Cataluña pueda ser un «nuevo Estado dentro de la UE».