Dicen que vale más una imagen que mil palabras, así que dicho y hecho. Se llama Nerea y tiene un sueño: Ir a las Olimpiadas. Bueno, también le gustaría ser algún día imagen de Nike, pero eso ya tendrá que ganárselo la marca porque esta niña promete, y mucho.
«Elástica, metódica y competitiva»
«Elástica, metódica y competitiva». Esas son las aptitudes que sus padres vieron en ella para animarla a dedicarse a la gimnasia rítmica. A partir de ahí, el camino no ha sido fácil, porque el sacrificio es para toda la familia, cuentan: muchas horas de entreno, muchos desplazamientos y muchos nervios. También muchas alegrías. Sin embargo, la derrota y el dolor son dos factores imprescindibles que alguien con grandes sueños debe saborear porque, a pesar de las piruetas necesarias, hay que saber tener los pies en el suelo. También, pasión rítmica.
«El camino no ha sido fácil, porque el sacrificio es para toda la familia, cuentan: muchas horas de entreno, muchos desplazamientos y muchos nervios. También muchas alegrías«
«Me vieron en una fiesta de pijamas y me dijeron que yo tendría que estar ya compitiendo»
«Tuve suerte», cuenta Nerea porque, al principio se suele estar un par de años de iniciación y en su caso todo se acortó y a los tres meses ya estaba saboreando la victoria en una competición en Sant Feliu de LLobregat (Barcelona). «Me vieron en una fiesta de pijamas y me dijeron que yo tendría que estar ya compitiendo». A partir de ahí, estuvo compitiendo en conjunto. Después, alcanzó el título de campeona de Cataluña en nivel 6 de infantiles.
«La derrota y el dolor son dos factores imprescindibles que alguien con grandes sueños debe saborear porque, a pesar de las piruetas necesarias, hay que saber tener los pies en el suelo»
Hace tres años fue subcampeona de Cataluña en conjunto, una posición que permitió al equipo participar en el Campeonato de España, que se celebró en Guadalajara.
Nada de medias tintas
Desprende una ilusión que embriaga, y es que Nerea no se anda con medias tintas. Este domingo intentará cinta en mano revalidar el título de campeona de Cataluña que consiguió con un ejercicio de pelota. «Mi ejemplo a seguir es Almudena Cid». Lo dicho, la niña lo tiene claro. Para ella, Almudena es la evidencia de que lo que uno quiere lo lucha y lo consigue.
«Mi ejemplo a seguir es Almudena Cid».
«El confinamiento nos hizo mucho daño», cuenta. En primer lugar, por la dificultad de entrenar sin apenas espacio. «De repente tu casa se convierte en tu lugar de entrenamiento». En segundo lugar, porque su edad está en el límite para poder alcanzar unos juegos en su disciplina. Aún así, insiste, la toalla no se tira.
Historias como las de Nerea son la esperanza y el entusiasmo en estado puro. Su entrega, su ilusión y sus ganas son ese mensaje que no debe pasar desapercibido. Da igual si el viento está a favor o en contra o si el terreno de repente vuelve abrupto. Lo importante es trabajar duro por los sueños. De momento, su próxima cita es este domingo en el Campeonato de Cataluña donde, asegura, intentará revalidar el título. Y sino «seguiré con la toalla agarrada bien fuerte aprendiendo de las derrotas».
Mucha suerte Nerea!