El asesinato de Olivia, la hija mayor de Beatriz Zimmerman por parte de su padre, Tomás Gimeno, y el más que previsible de la niña más pequeña, Anna, ha conmovido de forma brutal a la sociedad española. Muchos esperaban, esperábamos, que todo quedara en el secuestro de las menores, de seis y un año, y una huida a otro país. Pero las peores previsiones se confirmaron el jueves, con el hallazgo del cuerpo de la pequeña Olivia a 1.000 metros de profundidad en el Atlántico, dentro de una bolsa de deportes y enganchada al ancla de la lancha de su padre. Al lado apareció otra bolsa, esta vacía, en la que todo indica que Gimeno debió introducir el cuerpo de la bebé Anna.
La brutalidad de Gimeno, que probablemente se suicidó tras matar y arrojar al mar a sus hijas, ha sido un golpe bestial a la conciencia social sobre el maltrato. Los españoles descubren ahora la llamada violencia vicaria, a pesar de que ya supimos de ella en casos igualmente espeluznantes como el de José Bretón, que asesinó y quemó a sus hijos, Ruth y José, para destruir en vida a su exesposa, Ruth Ortiz, o el de Ricardo Carrascosa, que mató a sus dos hijas y se suicidó con el fin de hacer el mayor daño posible a su excompañera, Itziar Prats. Este último caso es especialmente espeluznante porque la madre había acudido en numerosas ocasiones a la Administración para denunciar que temía que Carrascosa hiciera lo que finalmente hizo. Nadie le hizo caso.
A las 22.00 horas en Plaza Sant Jaume
El movimiento feminista, ante tanto espanto, ha decidido gritar este viernes «basta ya». Y lo hará con concentraciones, a las 22.00 horas, a las puertas de todos los ayuntamientos de España. En el caso de Barcelona, la protesta tendrá lugar en la Plaza Sant Jaume. «Frente a la barbarie machista, respuesta feminista«, será uno de los lemas con los que las mujeres protestarán contra los feminicidios tras unas semanas en las que los asesinatos de mujeres de mujeres a manos de sus parejas y exparejas han sido noticia casi a diario.
La violencia vicaria es aquella en la que el hombre busca destruir a la mujer a través de lo que más quiere, es decir, sus propios hijos. La más brutal es la cometida por Gimeno o por Bretón. Sin embargo, y como en todo, hay grados. Y la más habitual, pero menos conocida y poco considerada desde la Justicia, es aquella en la que se utiliza a los menores como forma de destruir a la madre en un gota a gota insoportable que pasa por todo tipo de reproches y culpabilizaciones. Este tipo de violencia es la que, por ejemplo, llevó a Juana Rivas a huir de Italia con sus hijos y a esconderse en España durante un mes para evitar que ellos también fueran víctimas de su presunto maltratador. Una huida que la ha llevado a entrar precisamente en prisión este viernes para cumplir una condenada de cinco años. Rivas está a la espera del indulto del Gobierno, que, según todo indica, le será concedido.
Tania Verge: «Los hijos son víctimas directas»
La consellera de Igualdad y Feminismos catalana, Tania Verge, ha recordado este viernes que la violencia vicaria ya estaba contemplada en la Ley 17/2020 del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista. Una ley que ha sido recurrida por el PP ante el Tribunal Constitucional. Por ello Verge ha anunciado que el Govern instará al Constitucional a que «haga cumplir el marco internacional de derechos humanos de las mujeres». «Los hijos y las hijas», ha alertado, «son víctimas directas de esta forma de violencia machista que tiene la finalidad de provocar daño psicológico a la madre».
