«Abrir los ojos a los catalanes» y «enfrentar Gobierno y Estado» serían los objetivos del separatismo en la mesa de diálogo pactada entre ERC y el socialista Pedro Sánchez. Así se desprende de la información incautada por la Guardia Civil del móvil del exconseller de ERC Xavier Vendrell, detenido en el marco de la operación Voloh el pasado mes de octubre. En el mismo teléfono, los agentes han encontrado también un documento sin firma ni fecha de lo que sería una nueva hoja de ruta independentista dividida en tres fases: «Prepararnos«, «Votar» y «Culminar«.
Vendrell está considerado como uno de los miembros del estado mayor del procés, cuyo liderazgo ostentaría Carles Puigdemont. Según el documento que obraba en su poder y que ha avanzado El Periódico, esta hoja de ruta contemplaría, en primer lugar, «ensanchar la base» tanto de ERC como de Junts y «utilizar la mesa de negociación para abrir los ojos de más catalanes«. En esta fase, además, el separatismo aprovecharía la situación económica para vender las bondades de una Cataluña independiente y «confrontar al Estado en la calle defendiendo el Parlament y las instituciones».
Más protestas en la calle
Para todo ello, se usaría la mesa de diálogo con el Estado con el fin de «enfrentar». Paralelamente, los separatistas preveían «denunciar la vulneración de derechos humanos«, «acorralar al Estado judicialmente«, «debilitarlo con la contracción económica» y «ejercer la desobediencia civil«.
La hoja de ruta de Vendrell también apunta acciones tendentes a lograr el apoyo de Europa al proyecto separatista, presentado una Cataluña independiente como la única solución. Con este fin, aprovecharían el supuesto «sentimiento antieuropeo de la derecha española» que, al parecer, estaría causado por la actitud de los tribunales de la UE.
Referéndum y otra DUI
En lo que al apartado «Votar» se refiere, la hoja de ruta contempla «superar el 50% de los votos de forma estructural» aunque sin fijar un plazo para ello. También la convocatoria de elecciones con carácter plebiscitario. Unos comicios con los que, logrando la mayoría, el separatismo presentaría «un ultimátum al Estado y a la comunidad internacional para negociar una solución política definitiva en el conflicto».
La fase «Culminar», finalmente, se basaría en dos posibles escenarios. En el primero, el separatismo contaría con la intervención de la comunidad internacional a la hora de negociar llevar a cabo un referéndum pactado. El segundo escenario no tendría en cuenta esta posibilidad y pasaría por convocar un referéndum sin acuerdo con el Estado y volver a la declaración unilateral de independencia «si las condiciones lo permiten». El proceso acabaría con la declaración de la república catalana.