Aparentemente, tras el anuncio de la concesión de indultos a los presos separatistas condenados por el golpe contra las instituciones del 1-O, el separatismo habría moderado su radicalismo. De esta manera se ha interpretado que Oriol Junqueras apoyase explícitamente la administración de la medida de gracia y cuestionase indirectamente la vía unilateral en un artículo publicado ayer en el diario ARA. Sin embargo, otras evidencias apuntan en sentido contrario. Y es que, a pesar de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ordenase que las pruebas de Selectividad debían entregarse en catalán, castellano y aranés según los alumnos lo solicitasen tras una demanda de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), el Govern se ha negado y las ha seguido entregando por defecto en catalán.
La primera en reaccionar a las medidas cautelarísimas dictadas por la Justicia —las pruebas empezaban hoy— fue la consellera de Investigación y Universidades, Gemma Geis i Carreras, que advirtió ayer que la «lengua catalana es la vehicular de Cataluña» y que «esto no es negociable ni interpretable». En este sentido, Geis destacó el «buen funcionamiento» las pruebas PAU donde «siempre se ha garantizado el derecho a escoger la lengua del examen y no ha habido nunca ninguna incidencia». Hasta ahora, las pruebas se entregaban por defecto en catalán y si algún alumno deseaba una copia en castellano debía pedirlo expresamente. El problema es que el escolar podía esperar hasta diez minutos mientras iban a buscar una copia en español, sin contar con que el hecho se anotaba como «incidencia» por el personal.
El único cambio anunciado por Geis con respecto a la cuestión lingüística en las PAU de este año fue su voluntad de reforzar la «comunicación al estudiantado sobre el derecho a hacer el examen en la lengua que quieran como ya saben desde siempre». Así, lo ocurrido esta mañana es que la Generalitat se ha limitado colgar un cartel en las aulas en el que recuerdan a los alumnos que, «como cada año», tienen a su disposición los exámenes en las distintas lenguas oficiales y a preguntarles si les parece bien que se les dé en catalán. En concreto, se les inquiere: «¿Te va bien recibir en catalán los exámenes que no son de lengua?». La AEB ha denunciado la situación recordando que el TSJC ha dictado que «se ofrecerá de forma individual la opción de escogerlos en el idioma oficial que estime».
Críticas desde el constitucionalismo
Desde el constitucionalismo las reacciones no se han hecho esperar. Según el analista político y columnista de Vozpópuli Óscar Monsalvo, «cuando en una sociedad se enseña que el respeto a la ley es algo opcional, lo normal es que pasen estas cosas». «Y esa enseñanza no se está transmitiendo sólo en Cataluña», ha agregado. Por su lado, el autor de Diccionario de lugares comunes sobre Cataluña, el ensayista Juan Claudio de Ramón, ha recurrido a la ironía al señalar que la decisión de Geis de seguir entregando las pruebas solo en catalán es una prueba de «la voluntad de reencuentro» y de «independentismo inclusivo».