El acoso separatista a los dependientes que se expresan en castellano no cesa. En el recuerdo de todos está el caso el año pasado de una pizzería italiana que sufrió amenazas y pintadas el año pasado por atender en castellano o el linchamiento que sufrió en redes meses antes una camarera del Parlament natural de Cuenca por usar su lengua materna, a quién los separatistas radicales querían que fuese echada de su puesto. Ahora, el controvertido jefe de la asociación Mossos per la Independència, Albert Donaire —cuyo fobia hacia el castellano y constitucionalismo es conocida en las redes— ha cargado públicamente contra una empleada por expresarse en español.
«En el buffet de Bon Area de Torreferera, a la camarera de los platos cocinados no le hace mucha gracia servir a personas que llevamos una estelada en la mascarilla o en la camisa. Hace pasar al resto de la gente delante y encima va mascullando en otra lengua para que no se la entienda», denuncia el mosso en su cuenta de Twitter. Tras el señalamiento, Donaire protesta por el supuesto maltrato que sufren los catalanoparlantes por parte de los catalanes castellanohablantes. «¡Lo primero que te dicen cuando les hablas en catalán es que eres un racista y un xenófobo! ¿En nuestra casa nos pueden intentar humillar de esta manera y encima tratarnos de xenófobos los que reiteradamente, en nuestro país, se niegan a aprender nuestra lengua?», clama el agente.
Un mosso controvertido por su hispanofobia
La intransigencia con los empleados castellanohablantes exhibida por Donaire no es nueva. Sin ir más lejos, el mes pasado sentenció en su Twitter: «El derecho a trabajar en Cataluña sin hablar catalán no existe, porque ser un colonizador no es un derecho». Y, tan solo un mes antes, había acusado a los Mossos que hablan en castellano de tener «pocos valores», jactándose él mismo de no usar nunca la lengua de Cervantes: «A algunos no nos escucharéis nunca hablarlo. Algunos tenemos principios, queremos a nuestro país, nuestra lengua propia, nuestro himno nacional (Els Segadors), el escudo que llevamos en el pecho… Pero hay demasiada gente que tiene pocos valores y simplemente está por el sueldo».