La corrupción de los antiguos altos cargos convergentes afectó a distintos estratos de la sociedad. Prueba de ello es que el sindicato de taxista Élite Taxi ha sido admitido como acusación particular contra el exdirigente de CDC David Madí en la causa sobre supuesto desvio de fondos que investiga el Juzgado de Instrucción número de 1 de Barcelona en el marco del caso Voloh.
En particular, el caso en el que intervendrá el sindicato de taxistas intentará esclarecer la presunta comisión de un delito de tráfico de influencias vinculado al mercado de vehículos de transporte con conductor (VTC). En él, no solo se investiga el comportamiento de Madí, sino también la de altos cargos de la Consejería de Territorio y de la empresa Uber. Élite Taxi, que barrunta que Madí hizo de intermediario a sueldo de Uber, solicitó personarse como acusación particular el pasado otoño al estimar que el exdirigente nacionalista ocasión un grave daño al sector del taxi.
En el gobierno con Pujol y en la oposición con Mas
Madí, que fue detenido en el marco de la Operación Voloh en octubre de 2020, fue secretario de Comunicación y Estrategia del último gobierno de Jordi Pujol y responsable del mismo área con Artur Mas cuando éste se encontraba en la oposición. Actualmente, se encuentra en libertad con cargos pero sin medidas cautelares. Es la misma situación en la que se hallan otros dirigentes del núcleo duro del procés como el exconseller republicano Xavier Vendrell o el empresario Oriol Soler.