Los indultos a los responsables de la intentona golpista catalana del otoño de 2017 están tensionando de forma grave el panorama político español de los últimos días. El anuncio del presidente Pedro Sánchez de que los otorgará en base a los valores de la Constitución no solo ha indignado a la oposición sino que también está produciendo una seria fractura en el PSOE.
El primer socialista en declarar públicamente su rechazo a esta medida de gracia ha sido el expresidente Felipe González, todo un símbolo del partido en España. Lo hizo el pasado miércoles explicando que la Constitución no ampara que «nadie, unilateralmente, rompa las reglas del juego«. Las palabras de González han dado pie a que otros socialistas de peso muestren también en público su rechazo al perdón del Gobierno a los separatistas.
Una medida que puedes ser estéril
Es el caso de Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha y quien este jueves ha asegurado que «a estas alturas, y como ciudadano de este país» considera que la concesión de los indultos «no ayudaría en el fondo a enfocar el problema de Cataluña». En su opinión, esta medida de gracia «tiene muchas posibilidades de resultar estéril» e, incluso, convertirse en la demostración de que los separatistas «pueden volver a las andadas sin consecuencias«.
García Paje ha señalado también que, de otorgarse los indultos, «sería un grave error de la democracia«. «Lo último que querría», ha añadido, «es que el indulto injustificado de alguien que quiere seguir haciendo lo mismo se convierta en una condena para la organización que lo sustenta».
El socialista vasco Odón Elorza, por su parte, también se ha mostrado contrario a este perdón gubernamental. En un hilo de mensajes publicado en su cuenta de Twitter, Elorza que se trata de «una decisión controvertida» que, además, no solo no dará votos a Sánchez sino que incrementará sus problemas. «Volverán a romper la ley«, ha advertido, «y a atacar el Estado de Derecho». Elorza, además, cree que el Ejecutivo debería explicar su decisión ante el Congreso mientras que los beneficiados por la medida tendrían que «colaborar en normalizar la vida política».
Contra los indultos en las circunstancias actuales se ha mostrado, además, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien ha afirmado que «no debe ser indultado quien no quiere serlo porque no respeta ni cree en las leyes que lo hacen posible». Fernández Vara también ha indicado que «es evidente que los problemas que tiene nuestro país de construcción de un modelo de convivencia no se resolverán mientras nadie quiera».
El presidente de Aragón, Javier Lambán, por su parte, ya se pronunció al respecto días atrás, según recoge El País. «Estos señores no solo no se han arrepentido sino que han dicho que, en cuanto puedan, lo volverán a repetir», recordó. Lambán también subrayó que los líderes separatistas están condenados «por la comisión de delitos muy graves«.
Zapatero, Armengol y Puig, a favor
En el lado contrario se sitúan otros socialistas como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y los presidentes autonómicos Francina Armengol (Baleares) y Ximo Puig (Valencia). Zapatero ha calificado la posición del Gobierno de Sánchez como «la conveniente» si finalmente decide indultar a los independentistas. En su opinión, los indultos pueden servir para «ayudar de manera significativa» a lo que quieren «todos los españoles de bien» se cumpla, es decir, «que las cosas estén mejor entre Cataluña y el resto de España y que el independentismo baje«.
Armengol, por su parte, cree que el «conflicto entre Cataluña y España es político» y que hay que resolverlo «desde la política, el diálogo y el consenso». Ximo Puig ha apuntado que «no hay otra vía que la cooperación, el diálogo y el encuentro». «Hay sectores de la derecha y del independentismo que viven bien en la confrontación«, ha añadido el socialista valenciano, «los pasos que puede dar el Gobierno dentro de la legalidad para favorecer la convivencia hay que darlos con liderazgo».