Los motivos por los que la polemista secesionista Pilar Rahola ha sido despedida de La Vanguardia aún son motivo de discusión. Unos creen que su salida se produjo por la incomodidad que le producía al diario conservador el radicalismo separatista de la periodista —tesis que defiende la misma Rahola—. Otros, que se trata de un ajuste de cuentas por parte de ERC tras el acuerdo de gobierno con JxCAT —la periodista había llamado «desequilibrado» a Junqueras en unas conversaciones grabadas durante la Operación Voloh—. Por último, hay quién apunta a que el despido se debió a causas económicas, pues el sueldo de Rahola era muy elevado.
Ciertamente, esta última versión gana enteros tras leer el último artículo el columnista de ABC Salvador Sostres. En él, el periodista revela que el estipendio de la célebre contertulia en el diario del Conde de Godó ascendía a 100.000 euros anuales, lo que resultaba poco rentable para el rotativo dada la escasa audiencia que atesoraba Rahola. Así lo cuenta Sostres: «Pilar Rahola era el tercer sueldo de La Vanguardia y su audiencia se había desplomado. Más de 100.000 euros anuales por cuatro artículos a la semana, y tenía un cada vez más reducido y marginal núcleo de lectores».
«Una diva en retirada»
Así pues, éste y no otra sería para Sostres el motivo detrás del despido de Rahola. «Que Rahola, como pudimos escuchar en varias conversaciones telefónicas, exija por motivos políticos lo que por motivos profesionales no le es concedido, no significa que los directores de los medios privados y públicos sean todos tan mezquinos como ella», argumenta el periodista. Y concluye: «Rahola no escribirá más en La Vanguardia porque tenía un sueldo de estrella y lo que escribía ya no le interesaba a nadie. Rahola, que tuvo su éxito, y su mercado, es hoy una diva en retirada».