En Barcelona, la guerra del taxi contra los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) sigue llenando páginas. El pasado día 20, cerca de 2.500 taxis participaron en la marcha lenta convocada por seis organizaciones: Élite Taxi, Stac, ATC, TLU, Anget Taxi y Pak Taxi. A las 10 de la mañana, centenares de vehículos salieron de la avenida Maria Cristina hacia la plaza Sant Jaume, ante el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña. Los manifestantes pedían una aplicación pública, con tarifa cerrada, y un mayor control a las VTC que no cumplen la normativa.
Presupuesto para la app pública del taxi en unos días
«Nos han prometido un plan de choque para que en 15 días se puedan tramitar todas las sanciones contra quienes incumplen la normativa. Además, tengo entendido que en el pleno del próximo martes se va a aprobar una partida presupuestaria destinada a la aplicación pública. Esta app tendría a todos los taxis geolocalizados, ofreciendo servicio con tarifa cerrada». Según Alberto Álvarez, alias Tito, un 35% de la flota (por las calles de Barcelona circulan 10.500 taxis) funciona con aplicaciones o radioemisoras, pero el resto no. «¿Qué pasa con estos últimos? ¿Por qué no pueden ofrecer esta tarifa cerrada si es oficial?», cuestiona el portavoz de Élite Taxi.
Respuesta a las acusaciones de Uber
El 1 de febrero del año 2019, Uber y Cabify dejaban de operar en Barcelona, tras la aprobación del decreto de la Generalitat que obligaba a una precontratación de 15 minutos. Sin embargo, hace unos meses, Uber anunciaba que regresaba a la Ciudad Condal de la mano de 350 taxistas dispuestos a trabajar con su app. En la práctica, pocos conductores la activaron. A partir de ahí, Juan Galiardo, director general de la multinacional en España, denunció a Élite Taxi y Taxi Projecto 2.0, así como a su portavoz, Tito Álvarez, ante la Autoritat Catalana de la Competència (ACCO).
Galiardo sostenía que ambas asociaciones ejercían una campaña de amenazas, intimidaciones y boicot colectivo. «Ha salido en todos los medios acusándonos de coaccionar a taxistas y de ejercer la violencia. Lo que ha dicho es muy grave y lo vamos a poner en manos de la justicia”, añade Tito Álvarez.
«Nuestro sector tiene muy interiorizada la guerra con estas plataformas. ¡Llevan siete años amargándonos la vida! Somos antiUber y no los queremos. Pero que mandemos un mensaje diciendo que estamos en contra de ellos, no significa que coaccionemos a nadie
Alberto, alias Tito, Álvarez, portavoz de Élite Taxi.
Aunque la aplicación de Uber con taxistas sigue abierta, Tito asegura que en su gremio «no quieren trabajar con ellos». «Nuestro sector tiene muy interiorizada la guerra con estas plataformas. ¡Llevan siete años amargándonos la vida! Es cierto: somos antiUber y no los queremos. Pero que mandemos un mensaje diciendo que estamos en contra de ellos, no significa que coaccionemos a nadie. Luego, cada taxista es libre de trabajar con quien quiera», puntualiza.
«Lo que haremos, tendrá mucha repercusión»
Además de querellarse contra Uber, los taxistas avisan que emprenderán otra acción que también tendrá mucha repercusión. «Vamos a entrar -continúa Tito- en un terreno desconocido para nosotros: el de la competencia, con el que intentaremos velar por los derechos de los usuarios. Hay dos aplicaciones, Uber y Cabify, que tienen una posición dominante en el mercado, por lo que suben y bajan precios a su antojo. Esto es lo que hacen ellos: eliminar a los más pequeños y desvirtuar la esencia de la competencia».
El líder de Élite Taxi ha explicado que ambas plataformas mienten, cuando les consideran un monopolio. «Eso no es cierto: el 95% de nuestra flota son autónomos. Cabify y Uber sí actúan como un monopolio. Creemos que no hay vuelta atrás: estas plataformas deben estar reguladas para garantizar una competencia sana«.