La decisión de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, de no asistir al encuentro previsto con el Rey para comunicarle oficialmente la investidura de Pere Aragonès como presidente de la Generalitat no ha sorprendido al constitucionalismo, que le ha reprochado su actitud. Especialmente contundente se ha mostrado el portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Nacho Martín Blanco, que, irónicamente, ha considerado normal que Borràs no se reúna con Felipe VI: «Sería un gesto de cortesía que generaría normalidad institucional, que es lo que no quieren los partidos separatistas».
En este sentido, el dirigente naranja ha hecho hincapié en que el «Rey representa y simboliza la unidad de España y eso es lo que detestan los partidos separatistas». «No va a asumir», ha proseguido, «lo que es Cataluña, que es una comunidad autónoma de España». Y es que, según Martín Blanco, Borràs «demuestra, una vez más, que no tiene ningún respeto institucional» y que «desprecia al Rey de España». «Lamentamos que Borràs vuelva a demostrar que no está a la altura de esta institución y del conjunto de los catalanes. Es un mal augurio por lo que pueda venir en los próximos años», ha aseverado.
«Implacables contra el separatismo»
Ante este panorama, Martín Blanco, que ha agurado que la presente será una «legislatura perdida para los catalanes», ha prometido que Cs «hará auténtica oposición desde el punto de vista del liberalismo, sentido de estado y para recuperar la convivencia en Cataluña y con el resto de España». «Seremos constructivos en lo que tenga que ver con el progreso y la recuperación económica e implacables contra el separatismo», ha defendido.