La llegada masiva de unos 6.000 migrantes marroquíes a Ceuta en menos de 24 horas ha llevado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a anunciar que su prioridad en estos momentos es «devolver la normalidad» a la ciudad autónoma. Sánchez, que ha cancelado un viaje a París previsto para este martes ante la gravedad de la situación, también ha asegurado, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, que los ceutíes «deben saber que cuentan con el apoyo absoluto del Gobierno de España».
El presidente también ha advertido, en unas palabras claramente dirigidas a Marruecos, que actuará «con la máxima firmeza» para velar por la seguridad de Ceuta y «defender su integridad como parte del país ante cualquier desafío».
El ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, por su parte, ha alertado sobre la necesidad de «hacer una política migratoria seria y real«. Marlaska, además, se ha mostrado preocupado por cómo desde la «ultraderecha» se está utilizando la crisis de Ceuta para arremeter contra la inmigración. «Defendemos los valores democráticos y la lucha contra cualquier manifestación de xenofobia«, ha dicho el titular de Interior en TVE, «las respuestas simplistas de la ultraderecha no tienen nada que decir a una política migratoria seria».