Socialistas y comunes han puesto en marcha este viernes una ofensiva con el fin de presionar a ERC para reeditar un nuevo tripartito al frente de la Generalitat. Por separado, al menos de cara a la galería, el socialista Salvador Illa y la número 1 de En Comú-Podem, Jéssica Albiach, se han puesto de acuerdo justo el día en el que se cumplen tres meses de la convocatoria electoral del 14 de febrero para intentar que los republicanos abandonen su pretensión de pactar con la derecha de Junts y negocie un Govern de izquierdas. Lo han hecho un día después de que socialistas, republicanos y posconvergentes se pusieran de acuerdo para repartirse los senadores por designación autonómica.
Desde su cuenta de Twitter, Illa se ha mostrado favorable a una negociación con ERC y En Comú-Podem pero reclamando a los primeros que levanten «cordones sanitarios inéditos en la socialdemocracia«. «Es la hora del reencuentro de la izquierda que ha de hacer posible el reencuentro entre catalanes y catalanas», ha añadido, «es la hora de mirar adelante y de recuperar la ilusión».
Illa ha advertido a ERC, además, de que «el futuro de Cataluña» no puede estar en manos ni de Guanyem-CUP ni de Junts. Y ha exigido, eso sí, que sea el PSC el que lidere este hipotético Govern porque fue el que ganó las elecciones.
La confusión interesada de los ‘comunes’
La líder de En Comú-Podem, Jéssica Albiach, por su parte, ha pedido a ERC y PSC «acercarse» para llegar a un acuerdo que evite una nueva convocatoria electoral. Los comunes mantienen en estos momentos una confusa línea de trabajo que pasa por recriminar a los socialistas el no haber buscado apoyos, exigir a ERC que no pacte con Junts gobernar pero sí sus votos para la investidura y decir con la boca pequeña que no necesitan entrar en el reparto de sillas del futuro Govern.
A pesar de todo, Albiach se ha mostrado contrariada este viernes porque ni el PSC ni ERC, los dos partidos que más escaños y votos han sacado en las elecciones, se hayan sentado a negociar. Y, aunque el jueves dio por rotas las negociaciones con los republicanos ante el Parlament, este viernes ha afirmado que esa ruptura «será definitiva en función de si ERC y Pere Aragonés son claros y coherentes».