Que Ciudadanos se encuentra en un momento crítico no es un secreto para nadie. Los pésimos resultados obtenidos en las elecciones catalanas y madrileñas así lo atestiguan. Y es que, mientras en Cataluña pasaron de ganar las elecciones a ocupar el séptimo lugar y dejarse 30 escaños en el camino, en Madrid han pasado de gobernar en coalición la comunidad junto a Isabel Díaz Ayuso a no obtener representación. Esta situación les ha llevado a perder más del 70% de los afiliados en la región —de los 7.000 afiliados que alcanzaron en su momento de gloria en 2017 solo quedan 2.300 en la actualidad—.
Ante este panorama, voces dentro del partido señalan que sería necesario un ejercicio de rebranding, esto es, repensar la marca para insuflar vida al partido y evitar el rumbo declinante al que parece condenado. Este lavado de cara podría plantearse en la convención nacional que se celebrará en el próximo mes de julio. Sin embargo, esta operación requeriría de la celebración de una asamblea extraordinaria, y hay quién dice que la dirección del partido no está por la labor.
De «centristas» a «liberales»
En cualquier caso, de llevarse a cabo el plan para «actualizar» el partido, éste constaría de dos partes. La primera afectaría al discurso, ya que la formación naranja dejaría de referirse a ella misma como de «centro» para llamarse simplemente «liberal». El motivo es que, según algunos estrategas del partido, la etiqueta centro es poco singular —tanto PP como PSOE se la apropian cuando les conviene— y no moviliza en un escenario tan polarizado como el actual. Por el contrario, un partido liberal «homologado» con el criterio europeo puede marcar perfil propio frente a los conservadores —sobre todo en cuestiones como el aborto o la eutanasia, temas en los que discrepa del PP—.
En segundo lugar, algunos dentro de la formación liberal consideran que la propia marca «Ciudadanos» está «muy tocada» por las derrotas de Cataluña y Madrid, con lo que flota en el aire la posibilidad de un cambio de nombre. La idea sería completar la denominación actual, según relata El Español, con alguna referencia al ingrediente liberal. De todas formas, se trata solo de una idea que, pese a que no se descarta, no está sobre la mesa.