Una vez más, el procés tiñe la celebración de Sant Jordi. El año pasado, fue el payaso Tortell Poltrona el que sembró la polémica durante el pregón increpando a los catalanes castellanohablantes, a los que tachó de «inadaptados». Sin embargo, esta vez, ha sido la propia alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, la que ha deslizado la cuestión política durante la presentación del pregón, cuya lectura correspondía a la escritora zaragozana Irene Vallejo.
Así, antes de que la autora de El infinito en un junco pronunciase su discurso —en el que ha revindicado Sant Jordi como una «fiesta colectiva de todos»— Colau ha lamentado que en el pregón no se encontrase «Jordi Cuixart, que es el presidente de Òmnium, la entidad cultural con más asociados de Cataluña». La alcaldesa, tras recordar que Cuixart es un «hombre de paz y de diálogo», ha asegurado que éste está en la cárcel «por sus ideas», lo cual ha tildado de «barbaridad». Para Colau, además, la ausencia del líder separatista es particularmente dolorosa pues ayer era «su cumpleaños». «Como amantes de los libros, de la cultura y de la democracia», concluyó, «hemos de denunciar esta situación y reclamar que no celebramos ningún Sant Jordi más sin Jordi Cuixart».
Ciudadanos lo califica de «vergüenza»
El guiño al separatismo de Colau —que no se declara separatista pero apoya el derecho a decidir y la existencia de presos políticos— no ha agradado a la líder de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona, Luz Guilarte. La dirigente liberal ha calificado de «vergüenza» que la alcaldesa haya utilizado el «altavoz que le otorga su cargo para representar los intereses de quienes han destrozado la convivencia y saqueado Cataluña a costa de todos». A lo que ha añadido: «Colau, alcaldesa cómplice del procés con el PSC (como siempre) callado».