Cerca de 60.000 euros es lo que gastará el Ayuntamiento de Barcelona hasta 2023 en controlar y monitorizar las redes sociales municipales. Lo hará a través de la plataforma Social Elephants, con la que suscribió el contrato para el uso de la licencia el pasado verano en un procedimiento sin publicidad, apelando a «razones técnicas» y argumentando que se trata de «la única empresa que puede dar cobertura a estas prestaciones necesarias para asegurar el funcionamiento de la plataforma» y frente a la que «no existe competencia«.
El objetivo del contrato es, según figura en el informe justificativo, «racionalizar y hacer más eficiente la gestión de las redes sociales municipales». Para ello, es necesario «medir el impacto cualitativo y cuantitativo de los contenidos que se producen desde los más de 200 canales de redes sociales» que gestiona el Consistorio. Esto depende de la Direcció de Comunicació Digital municipal que, sorprendentemente, carece de medios personales y técnicos para desarrollar este trabajo, por lo que «se ha de recurrir a la contratación de una empresa externa».
Análisis «de sentimiento a medida»
En el documento, Social Elephants se presenta como una «plataforma de gestión y escucha de redes sociales» que ofrece servicios «únicos y exclusivos» como el «sistema de tags y análisis de sentimiento a medida«, la «creación de informes de resultados personalizados», la «omnicanalidad de métricas entre redes sociales online y offline», el «análisis de la competencia» y una «experiencia de usuario más rápida».
El pliego de condiciones técnicas establece que, a través de Social Elephants, el Ayuntamiento podrá, entre otras cosas, recoger datos de contenidos en redes sociales. En este punto, indica que analizará el efecto de los contenidos publicados por el Consistorio en estas redes, con especial atención a Twitter, donde trabajará a través de lo que llama la «escucha activa del hashtag«. Una escucha activa que también dirigirá hacia las reacciones de los usuarios hacia lo que publique el Ayuntamiento y sobre «temáticas de actualidad de interés municipal«. Algo que llama especialmente la atención tras el portazo de la alcaldesa Colau a la red más irreverente de internet y en la que ha sido desde hace meses objeto de duras críticas por parte de los tuiteros.