El conseller de Interior en funciones, Miquel Sàmper, ha negado este viernes que los desplazamientos durante las pasadas vacaciones de Semana Santa hayan hecho subir los contagios en Cataluña. «Semana Santa no ha hecho subir los indicadores», ha asegurado en una entrevista en Catalunya Ràdio, «vamos bien pero poco a poco. Ha ido mejor de lo que esperábamos». Sàmper, además, ha cuestionado la prohibición de fumar en las terrazas que pretende activar el Gobierno. En este sentido, ha asegurado que será «complicado» y ha comparado este anuncio con el de la obligación de llevar mascarillas en la playa, que después fue retirada.
El conseller ha asegurado que la cuarta ola de la pandemia del COVID-19 en Cataluña está siendo «más lenta y controlable». «El escenario es diferente«, ha asegurado, «hay más vacunación y buen tiempo y eso hace que tengamos que dar respuestas diferentes».
El Govern recurrirá a la Justicia, si hace falta
Sàmper ha explicado que hay cada vez más preocupación por la celebración de fiestas ilegales en Cataluña y ha alertado de que las reacciones son más «violentas». Al sector de la restauración, arruinado por las medidas adoptadas por la Generalitat desde el inicio de la pandemia, le ha pedido «paciencia» durante «un mes y medio o dos» más porque, ha dicho, el Govern pretende activar una apertura económica «sostenida pero segura». Todo ello a pesar del ejemplo de Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso ha permitido la actividad de este sector sin que ello haya supuesto un incremento notable de los contagios. Una estrategia que en Italia, por ejemplo, ha sido calificada como un «milagro» por el principal medio del país, el Corriere della Sera.
El conseller, por otro lado, ha lamentado que el Gobierno tenga previsto levantar el estado de alarma el próximo 9 de mayo, tal y como confirmó el miércoles el presidente, Pedro Sánchez. «Es peligroso«, ha dicho el responsable de Interior, «el escenario es muy cambiante y yo no lo hubiera hecho. Veremos qué pasa porque las comunidades están pidiendo que no acabe». En este sentido, ha señalado que la Generalitat recurrirá a los tribunales si es necesario para imponer nuevas restricciones. Sin embargo, Sàmper también ha asegurado que, a partir de ahora, se tomarán medidas «diferentes» si la situación lo permite.