Esta mañana, el Ayuntamiento de Lleida ha dado por finalizado el Plan Iglú, con el que habilitan el pabellón 4 de Fira de Lleida para personas sin hogar, durante los meses más fríos. La decisión coincide con el goteo inicial de temporeros que acuden cada año al Segrià durante la campaña de recogida de la fruta. Campaña que comienza, de forma oficial, el 1 de junio pero que actúa como reclamo para que algunos temporeros se anticipen “por mera supervivencia”.
Así lo explica Llibert Rexachs, de la Plataforma Fruita amb Justícia Social: «Creemos que se han adelantado por varios motivos. En primer lugar, la falta de trabajo en Barcelona por culpa de las restricciones sanitarias; en segundo lugar, muchos temporeros de Andalucía no han tenido suerte con la cosecha de este año«.
Centenares de temporeros viven y duermen en la calle
La campaña de la fruta atrae a 30.000 personas al Segrià, según el alcalde leridano Miquel Pueyo. Desde la Paeria aseguran que cerca de un 45% de ellos, se hallan en situación irregular, por lo que no pueden trabajar en los campos. “Aunque no lo podemos cuantificar, tenemos la impresión de que los temporeros sin papeles se alojan en almacenes y pisos ocupados, a veces, hasta por una docena de personas, en diferentes pueblos del Segrià. Sin embargo, la mayoría de los que tienen documentación se acercan hasta Lleida, porque allí tienen los servicios que puedan necesitar”, añade el portavoz de la Plataforma.
Aun así, en mayo del año pasado surgía la polémica: cerca de 200 temporeros dormían en las calles de la ciudad leridana, sin alojamiento, agua, comida o medidas higiénico-sanitarias, coincidiendo con un brote de Covid-19. Rexachs teme que la historia se repita y, a medida, que pasen las semanas, centenares de temporeros, con o sin documentación, acaben malviviendo en la calle. Y más, cuando se anuncia una caída de las temperaturas en los próximos días.
La campaña de la fruta atrae a 30.000 personas al Segrià. Cerca de un 45% se hallan en situación irregular. Se teme que pase como en mayo del año pasado: 200 temporeros, con o sin papeles, dormían en las calles de Lleida
“La llegada de temporeros durante abril y mayo para hacer varios trabajos en el campo no es un fenómeno nuevo. El hecho de que aumente el número de personas durmiendo en la calle evidencia la falta de planificación, de recursos y de voluntad política del Ayuntamiento de Lleida y otras administraciones”, lamenta.
En su opinión, no es viable esperar al 1 de junio, fecha en la que comienza la campaña. A partir de entonces, los payeses que contraten a los temporeros estarán obligados a proporcionarles alojamiento. “Fijar esta fecha como inicio de la campaña supone no tener en cuenta la realidad y las labores del campo».
“Se pone en riesgo la salud de las personas”
Desde la Plataforma reiteran que un pabellón no es la solución, pero insisten en que no se puede cerrar este lugar sin habilitar otros espacios. “Esto no solo vulnera los derechos de las personas, sino que pone en peligro su salud en el contexto actual de agravamiento de la pandemia. Instamos al Ayuntamiento de Lleida y al resto de administraciones que pongan los recursos necesarios para evitar estas situaciones”, exigen.
El año que viene abrirá sus puertas un albergue para temporeros y personas sin hogar en Pardinyes, un barrio de Lleida. El albergue, fruto de un convenio entre la Generalitat y la Paeria supondrá una inversión de 4 millones de euros. Además, la Generalitat facilitará una ayuda de 450.000 euros para financiar parte de la campaña de este año. Por eso, no se acaba de entender por qué no se impide que centenares de temporeros puedan llegar a vivir en la calle.