Las figuras públicas catalanas que alzan la voz contra el separatismo pagan un alto precio en forma de linchamientos públicos por parte de los secesionistas más exaltados. La última víctima del asedio nacionalista es el escritor Javier Cercas, que desde que el sábado pasado apareció en el programa de TV3 FAQS está recibiendo un alud de insultos y amenazas en las redes sociales. El motivo es que en dicho espacio Cercas, catalán de origen extremeño, se permitió mostrarse crítico con las tesis nacionalistas, afirmando que España es una democracia plena, que el Rey Juan Carlos no organizó el 23-F sino que lo frenó y que las elites catalanas secundaron el procés.
El discurso no sentó nada bien a la parte del separatismo más movilizada, que vertió contra el autor de Soldados de Salamina o Anatomía de un instante toda clase de ataques. Uno de ellos, en concreto, es el que ha motivado que el escritor se plantee adoptar medidas legales. Se trata de un bulo según el cual Cercas habría pedido una intervención militar en Cataluña. Todo parte de unas declaraciones suyas de 2019 en un acto con motivo del Día de Extremadura, en las que Cercas elogió a la Unidad Militar de Emergencia (UME) allí presente por su labor en el cuidado del Guadiana. En un momento dado, defendió la política «aburrida» y bromeó señalando que cuando ésta se llena de «pasión» conviene llamar a la UME —que no es una unidad militar al uso y actúa ante los desastres naturales—.
Dichas declaraciones, según denuncia Cercas, han sido sacadas de contexto y difundidas en las redes como prueba de que él exigía una intervención armada para acabar con el procés. Para el autor, nos hallamos frente a una «manipulación digna de la Stasi», por lo que se plantea adoptar medidas legales. Según su abogado, Carles Monguilod, se pueden estar cometiendo delitos de calumnias, injurias e incitación al odio. Ante esta situación, están barajando tanto la vía civil como la penal.
Cercas no piensa «callarse» ni «marcharse» de Cataluña
Al margen de la posible querellas, Cercas ha señalado en declaraciones a diversos medios que los ataques, si bien no son nuevos, están siendo más extremos. Sin embargo, ha manifestado que no piensa «callarse» ni «marcharse de Cataluña», tal y como parece desear el separatismo radical. Así, el escritor ha remarcado que Cataluña es su «casa» y que seguirá siéndolo pese al ambiente «guerracivilista» fomentado por el nacionalismo.