Arropados por Unidas Podemos, integrantes de la ultraizquierda autollamada antifascista han boicoteado este miércoles con violencia un acto preelectoral de Vox en Vallecas. Este madrileño barrio obrero fue bastión podemita hasta que el líder del partido, Pablo Iglesias, decidió cambiar su modesto piso en esta zona de la capital por un fastuoso chalet en Galapagar. Cambio que, sin embargo, no parece haber importado a sus seguidores más radicales, que han acudido a Vallecas cargados de piedras y botellas con las que agredir a los candidatos del partido verde, liderados por Santiago Abascal y Rocío Monesterio.
150 antidisturbios han sido necesarios para dispersar a los acosadores, que han llegado a amenazar con un nuevo Paracuellos en Madrid contra los integrantes y los simpatizantes de Vox. 14 personas han tenido que ser atendidas por el Samur por brechas, contusiones y abrasiones. Tres de estos heridos han tenido que ser trasladados a hospitales. Uno de ellos ha sido un agente de la UIP.
Apoyo de Podemos y dos de sus ministras
Sorprendentemente, desde Unidas Podemos se ha acusado a Vox y a sus simpatizantes de haber organizado el acto de Vallecas con ánimo de provocar, justificando así las agresiones que han recibido. «Hoy los ultras de Vox han ido a provocar violencia a Vallecas», ha tuiteado Pablo Iglesias. Más cínico ha sido el portavoz de la formación y diputado Pablo Echenique: «Hoy unos pijos han ido a Vallecas a intentar provocar a los vecinos con bravuconadas. Estos les han recordado pacíficamente el poco amor por el trabajo que tiene su jefe y él se ha ido a por ellos para provocar una carga policial. Mañana las teles te mentirán y te dirán que fue al revés».
Dos ministras del Gobierno, Irene Montero e Ione Belarra, han justificado las agresiones a los líderes y simpatizantes de Vox. La primera, pareja de Iglesias, ha tuiteado que «el problema es de quienes blanquean las provocaciones«, dejando así claro que para la formación morada Vox no tiene derecho a hacer campaña electoral. Belarra, por su parte, ha justificado la violencia contra la formación de Abascal asegurando que ha ido a Vallecas para «ganar votos en el barrio de Salamanca extendiendo su odio».
Preocupación en el PP, PSOE y Cs
Lo sucedido ha merecido la condena del PSOE, el PP y Ciudadanos. La número 1 del PP y actual presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso, ha mostrado su apoyo a Vox «ante los ataques intolerables sufridos en Vallecas». «Madrid es de todos», ha asegurado, «también en un momento en el que la extrema izquierda se derrumba en los barrios que se creían suyos».
El candidato socialista, Ángel Gabilondo, ha advertido, por su parte, de que «lo sucedido en Vallecas es muy serio«. «El extremismo se alimenta de extremismos», ha añadido, «las actitudes violentas son siempre rechazables». Gabilondo ha pedido «parar esta espiral» y «el camino del miedo y del odio».
Edmundo Bal, candidato de Ciudadanos, ha advertido de que «no hay derecho a acosar a NADIE por sus ideas». Bal ha asegurado que «los únicos que sobran son los violentos» y ha lamentado que pretendan convertir el Madrid «libre y abierto» en «una batalla campal de otro siglo«.