A la velocidad que se queman y con la importancia que se dan, habría que crear un órgano consultivo para acoger a los ex presidentes de la Generalitat, a la manera del Consejo de Estado español, desde donde pudieran contrastar sus pareceres y emitir sus opiniones.
Quim Torra, entrevistado en el Punt-Avui sin ningún motivo especial como no sea la Pascua de Resurrección, afirma que no le han pedido su opinión ante las actuales negociaciones para formar gobierno, pero aún así dice qué es lo que está esperando la gente: «una hoja de ruta clara y un gobierno a tres cuanto antes mejor».
«En realidad, la gente está esperando que se impongan los suyos y que cedan los otros. Nada de más natural, por otra parte»
En realidad, la gente está esperando que se impongan los suyos y que cedan los otros. Nada de más natural, por otra parte; pero los papeles mutuamente asignados exigen hablar sólo de la necesaria unidad y fingir que uno está dispuesto a hacer todos los sacrificios necesarios para conseguirla.
Puigdemont, el desamparado
El mismo Torra pone su etapa de gobierno como «ejemplo de lo que no ha de pasar». No puede pasar que «te vayas a dormir el 29 de enero [de 2018] habiendo pactado con la CUP, habiendo pactado con ERC… En ese momento, yo había escrito el discurso de investidura del presidente Puigdemont, que tenía que leer al día siguiente. Todo estaba perfectamente definido. Y al día siguiente todo salta por los aires. Cuando digo que necesitamos un acuerdo, quiero decir que sea un acuerdo que luego se cumpla lealmente y no que salte por los aires de un día para otro.»
«Cuando digo que necesitamos un acuerdo, quiero decir que sea un acuerdo que luego se cumpla lealmente y no que salte por los aires de un día para otro»
Quim Torra
Pues bien, si fallaron las lealtades y no se consiguió aunar voluntades tan sólo tres meses después de proclamar la independencia, ahora que ya han pasado más de tres años, ¿cómo es que aún hay quien espera, empezando por el mismo Torra, que llegue a existir un «gobierno a tres»? Son los mismos partidos; son los mismos líderes; es la misma visión errónea del mundo, y son las mismas rivalidades que el tiempo sólo ha servido para incrementar.
El inhabilitado presidente añade que le «preocupa mucho la figura del presidente Puigdemont en estos momentos»: «¿Nos podemos permitir tener un presidente en el exilio desamparado?» ¿Desamparado? Pero si es figura importante de la política catalana; confecciona las listas de su partido; publica libros y hace declaraciones siempre que le apetece.
«¿Nos podemos permitir tener un presidente en el exilio desamparado?»
Quim Torra
Cierto que no es el número uno indiscutido como le gustaría, pero no se puede decir que está desamparado.
Seguidamente Torra desvela la clave de uno de los profundos desencuentros entre ERC y JxCat: «Debemos tener en cuenta que, más allá de nuestras trifulcas, hay un relato internacional importante. Yo, al menos durante mi presidencia, cuanto tumbamos los presupuestos del señor Pedro Sánchez, podía ir por el mundo explicando que estábamos en clara oposición al gobierno español.
Pero si le aprobamos los presupuestos, los estados de alarma o vamos a mesas de diálogo inútiles, ¿qué relato internacional hacemos de la opresión española sobre Cataluña? Por lo tanto, la figura del presidente Puigdemont para mí es muy importante que siga siendo la referencia para todo el país.»
«Todos sabemos que no hay ninguna democracia perfecta, pero las exageraciones acaban descalificando a los farsantes profesionales»
Ese es el gran problema que tienen, que el relato de la enorme opresión, España es como Turquía, etc., no se sostiene. No se puede ir por el mundo diciendo que España es un estado antidemocrático, intolerante, demófobo, y todo esa lista de epítetos que deleitan a los propios y sorprenden a los ajenos. Todos sabemos que no hay ninguna democracia perfecta, pero las exageraciones acaban descalificando a los farsantes profesionales.
A la pregunta sobre cuál fue el principal error de su legislatura, contesta que «la no investidura del presidente Carles Puigdemont». Pues bien que ocupó su lugar en cuanto tuvo ocasión. Tal vez no fue idea suya, pero lo hizo. En cuanto al diálogo con el gobierno español, cree que es inútil y que nunca podrá haber «un referéndum pactado con el Estado español».
Si no hay diálogo posible y nadie quiera bajar del burro, ¿qué queda? «Esto lo vamos a ganar tal como hicimos el 1 de octubre y el 27 de octubre.» Otra vez el espejismo de la unilateralidad. «¿Qué falló entonces? Que no lo defendimos en la calle. Es lo único que no hemos probado.» ¿Qué van a probar de hacer en la calle que no hayan hecho antes?
La autodeterminación siempre fue una mala idea
El día antes, Joan Ridao, entrevistado también en el Punt–Avui, introduce una idea que le valdrá muchos reproches pero que no es más que el reconocimiento de una evidencia: La autodeterminación es una vía al fracaso.
Tiene su importancia que el jurista Ridao, uno de los políticos más destacados de ERC, afirme claramente que «la vía de la autodeterminación está abocada al fracaso, al igual que el tema de la unilateralidad». Hubiera estado bien oírle en momentos más convulsos y más confusos.
«Tiene su importancia que el jurista Ridao, uno de los políticos más destacados de ERC, afirme claramente que la vía de la autodeterminación está abocada al fracaso, al igual que el tema de la unilateralidad»
La idea de que Cataluña es una colonia fue abriéndose paso y es uno de los errores que han sostenido el proceso a la independencia. No hay nada malo en decirlo, dentro de un discurso reivindicativo; el problema es cuando uno se cree sus propias metáforas. Es como cuando un ciudadano, al ver lo que le toca pagar, dice que es esclavo de hacienda; que lo diga, pero por más que lo diga, sabe que su situación no es equiparable a la de un esclavo en la Roma de Augusto.
A nivel teórico, cada uno puede tener su propio concepto de colonialismo, pero en el mundo real Cataluña no es una colonia ni nos pueden descolonizar. La ONU tiene pendientes de descolonización 17 territorios, entre los cuales está el Sáhara Occidental, antes de España y desde 1975 en poder de Marruecos; Tokelau, de Nueva Zelanda; Nueva Caledonia y Polinesia francesa, de Francia; Samoa, Guam e Islas Vírgenes, de los Estados Unidos, y unos cuantos restos del imperio británico. No hay indicios de que la lista vaya a alargarse. «Por lo tanto», como dice Ridao, «es un debate abocado a la frustración.»
«A nivel teórico, cada uno puede tener su propio concepto de colonialismo, pero en el mundo real Cataluña no es una colonia ni nos pueden descolonizar»
«Creo firmemente en un retorno a los planteamientos del 2013 que se recogieron en el primer documento del Consell Assessor per la Transició Nacional (CATN) y que basan la solución en la vía en la que lo han resuelto estados liberales democráticos como Canadá y el Reino Unido (…) Los tribunales de Canadá resuelven el conflicto diciendo que no se puede despreciar la aspiración de una parte de la población, si bien dicen que instan a los actores a negociar en el marco de la constitución, pero por primera vez normativiza el derecho a decidir. Y la primera sentencia del TC al proceso, la 42/2014, si bien se carga la declaración de soberanía 1/11, también invoca por primera vez el derecho a decidir, y yo creo que deberíamos haber actuado aquí en un momento en que incluso había bastantes juristas que compartían esta vía. Después hay una cierta desviación y se plantea la unilateralidad y el derecho de autodeterminación, que tiene difícil encaje en organismos internacionales.»
Es muy discutible que las soluciones para los casos del Quebec y de Escocia sirvan para Cataluña, pero lo importante es que pueda haber discusión. En cuanto se produjo eso que Ridao llama «una cierta desviación», y se decidió apostar por un golpe de fuerza, eufemísticamente llamado declaración unilateral, entramos en este callejón sin salida en que aún nos encontramos.
¿Querrá el próximo gobierno, con ERC al frente, reconducir el conflicto al terreno de la discusión y abandonar el anhelo melancólico de hacer cosas «en la calle», que aún Torra reclama? Y, si quiere, ¿sabrá cómo hacerlo? El preacuerdo con la CUP, a pesar de su inconcreción, no anuncia nada bueno en ese sentido?
El separatismo ha perdido el 30% (casi 1 de cada 3) de los votos que obtuvo en 2017: de 2.079.000 a 1.456.000, més de 623.000 catalans han dit adéu al prusés, la secesión ya no les ilusiona, no ven necesario movilizarse.En 2019 hubo cuatro elecciones en Cataluña y , en todas, el separatismo perdió más de 300 mil votos.Por cierto, no había COVID como escusa.
Otto Von Bismarck : «España es el pais más fuerte del mundo: los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido».
«El vot de Lleida val gairebé dues vegades i mitja que a Santa Coloma de Gramenet»
TENÉIS UN 26% DEL CENSO (UNA PERSONA UN VOTO)EN LAS «PLEBISCITARIAS» DEL 14-F.
Otto Von Bismarck : «España es el pais más fuerte del mundo: los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido».
LE ECHO DE MENOS , BESTIA TORRA, PORQUE CADA VEZ QUE HABLABA PERDIA 3000 VOTOS SEGÚN ESTOS DATOS.