En un artículo publicado en el País Josep Ramoneda ha cargado contra Salvador Illa por utilizar el castellano en el Parlament durante el debate de investidura. No me sorprende. Ramoneda ha formado siempre parte de ese entorno socialista cuya única misión ha sido mantener la subordinación de los socialistas al nacionalismo. Su gran triunfo, y una de las causas de la hegemonía ideológica del nacionalismo en Cataluña, fue la derrota de la llamada Nueva Mayoría de Ernest Lluch, Martin Toval o Joan Prats, por el ala nacionalista del PSC con la inestimable colaboración de Felipe González.
«La prueba evidente de que el PSC ha estado gobernado por nacionalistas es que buena parte de quiénes lideraban el partido han acabado en partidos independentistas o colaborando con ellos»
No me lo han contado, lo viví en directo ( he sido militante socialista desde 1974 hasta 2015). La prueba evidente de que el PSC ha estado gobernado por nacionalistas es que buena parte de quiénes lideraban el partido han acabado en partidos independentistas o colaborando con ellos. Desde Ernest Maragall, nada que ver con su Pasqual que siempre ha tenido ideas propias y una visión integradora de Cataluña, al margen de que se pueda o no estar de acuerdo con la aventura del Estatut, hasta Castells, Mascarell y otros muchos.
«Formaban parte de la élite dominante cuya función en el seno del socialismo era mantenerlo dócil y permisivo con la estrategia de ingeniería social pujolista»
Les recuerdo defendiendo la autodeterminación, en los Congresos del PSC. Esta subordinación al nacionalismo, a Pujol le tenían un temor reverencial, explica la incapacidad de ganar durante décadas unas elecciones autonómicas. Preferían no movilizar el voto del cinturón de Barcelona a ganar las elecciones, al fin y al cabo ellos nunca han tenido problemas para ostentar cargos y prebendas. Formaban parte de la élite dominante cuya función en el seno del socialismo era mantenerlo dócil y permisivo con la estrategia de ingeniería social pujolista.
«La intención de Ramoneda es agitar las aguas socialistas para evitar la consolidación de Illa al que no le perdonan no sólo utilizar el castellano, sino que participase en manifestaciones de SCC y que, en definitiva, no sea un nacionalista»
Por eso no me sorprende la reacción airada del nacionalismo catalán a que Illa utilizara el castellano en el debate, aunque fuera de forma casi simbólica. La intención de Ramoneda es agitar las aguas socialistas para evitar la consolidación de Illa al que no le perdonan no sólo utilizar el castellano, insisto de forma secundaría al catalán, sino que participase en manifestaciones de SCC y que, en definitiva, no sea un nacionalista.
No conozco la realidad interna actual del PSC pero me parece que no lo van a tener fácil. Y no sólo por la fuga de nacionalistas de los últimos años sino porque la sociedad catalana empieza a estar harta de su división en base a la lengua, división que sólo se justifica por razones partidistas que no de defensa del catalán.
«Soy de los que creen que las lenguas son de las personas y no de los territorios»
Aunque soy de los que creen que las lenguas son de las personas y no de los territorios, mi lengua materna es el catalán, siempre he defendido una discriminación positiva en favor del catalán porque evidentemente el castellano no es una lengua en peligro. Pero de ahí a utilizarlo para convertir en ciudadanos de segunda a los castellanoparlantes hay un abismo.
«Excluyendo el castellano en el debate público, tratándolo como lengua extranjera en la enseñanza, lo que se pretende es la exclusión de la comunidad política de una parte de la población»
Excluyendo el castellano en el debate público, tratándolo como lengua extranjera en la enseñanza, lo que se pretende es la exclusión de la comunidad política de una parte de la población. Se discrimina y perjudica a los niños castellanohablantes que sufren mayor fracaso escolar y también a los que tienen el catalán como lengua materna produciendo analfabetos en castellano, como vemos cada día, en perjuicio de sus posibilidades profesionales. No sólo es un problema de lengua. también de referentes culturales, históricos, geográficos, es decir de identidad.
En definitiva como ya he dicho tratan de hacer una sociedad homogénea, sumisa a la ideología nacionalista, no sólo con la lengua, también fomentando inmigraciones que creen más manejables, o favoreciendo la vuelta a otros lugares de España de muchos catalanes (a pesar de las diferencias de riqueza el saldo migratorio con el resto de España ya es negativo y la Generalitat favorece la inmigración de otros países en detrimento de la latinoamericana).
«La acusación del nacionalismo para tratar de mantener a los disidentes en un rincón del cuadrilátero político es acusarnos de catalanófobos, cuando no directamente de fascistas»
Después de lo que acabo de decir, la acusación del nacionalismo para tratar de mantener a los disidentes en un rincón del cuadrilátero político es acusarnos de catalanófobos, cuando no directamente de fascistas ( en los ochenta el insulto era lerrouxista). Desean presentarnos a todos como nacionalistas españoles, lo que no soy porque me vacune en la escuela franquista. Y en cualquier caso haber sido victima no legitima para ser verdugo. Al contrario debería servir para ser más respetuoso con los sentimientos de los demás.
«No me parece que un 25% de clases en castellano en la escuela o unas frases en castellano por parte de un candidato o una intervención en TV3 impliquen querer acabar con el catalán»
No me parece que un 25% de clases en castellano en la escuela o unas frases en castellano por parte de un candidato o una intervención en TV3 impliquen querer acabar con el catalán. Lo que temen es que el conflicto desaparezca porque es totalmente artificial. Los ciudadanos de Cataluña, cuando se les pregunta si prefieren que sus hijos aprendan una, dos o tres lenguas, eligen muy mayoritariamente dos o tres, como no podría ser de otro modo de padres que no sean fundamentalistas.
Es esta una pregunta que nunca ha hecho ni el CIS ni el CEO pero si que hizo una encuesta de GAD 3 para SCC hace unos años. Y que no repitan el mantra que los niños catalanes saben el mismo castellano que los de otras regiones. Vuelvo a remitirme a las pruebas de muchos políticos catalanes. Una cosa es entender y hablar, mal, una lengua y otra saber la de verdad.
«Que no crean que la imposición lingüística va a hacer necesariamente más independentistas. Las encuestas señalan que los jóvenes, a pesar de la inmersión y el adoctrinamiento, lo son menos que sus abuelos»
Es imposible tener el mismo nivel de algo que no se estudia en la escuela, o se hace de forma muy marginal, de lo que si se estudia durante años. Por otra parte, que no crean que la imposición lingüística va a hacer necesariamente más independentistas. Las encuestas señalan que los jóvenes, a pesar de la inmersión y el adoctrinamiento, lo son menos que sus abuelos. Y , por cierto, buena parte de las independencias se han hecho en la lengua de la ‘metrópoli’.
De hecho, la discriminación del castellano lo que pretende es tener un mercado cautivo al igual que el procès en su conjunto, y ya sabemos que la falta de competencia lo que produce es decadencia.
Pero volvamos a Ramoneda. Su desaforado ataque a Illa responde al miedo a que se pacifique esta cuestión de forma equilibrada y en beneficio de todos, y que a partir de ahí un ‘procès’ agonizante acabe de sucumbir. Por eso van a por Illa. No quieren soluciones sino conflicto.
Y es que si el PSC da el paso y el centro y centro derecha también consigue pacificar esta cuestión, Cataluña, todos los catalanes, tenemos un futuro que no sea la decadencia y la confrontación permanente y exacerbada. Cataluña no puede recobrar su esplendor si no supera la confrontación identitaria. Los nacionalismo, unos y otros, son incompatibles con una sociedad plural porque la divide y debilita. Y los catalanes, al igual que convivimos en la diversidad a nivel familiar , social y profesional , hemos de poder hacer lo a nivel político.
Frente a quiénes quieren una sociedad homogénea defendamos una sociedad plural. Si el nacionalismo español de Franco no consiguió sus objetivos el nacionalismo catalán tampoco debe hacerlo. Y Illa molesta. Por eso quieren eliminarlo.
Parafraseando la canción de Machin, se pueden querer dos lenguas a la vez y no estar loco.