Casi todos los medios nacionales han destacado que el reciente informe anual de Estados Unidos sobre Derechos Humanos ha señalado al Gobierno de España por sus ataques a la prensa —en concreto, cita a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Pablo Echenique por señalar a medios contrarios al Ejecutivo en intervenciones públicas—. Sin embargo, otro aspecto ha pasado más inadvertido: el Departamento de Estado estadounidense también resalta la falta de «neutralidad política» en el espacio público en Cataluña y alerta de la presencia de «símbolos partidistas» en instituciones y colegios.
El documento, que presentó el marte el secretario de Estado, Antony Blinken, pone el acento en que desde mayo de 2019 han proliferado «las continuas quejas por la falta de neutralida ideológica en los centros educativos, especialmente en Cataluña». A este respecto, advierten de la «presencia de simbolismo partidista en las fachadas de las escuelas y otros espacios públicos». De la misma manera, el informe recuerda las denuncias por «la resistencia de las autoridades a eliminar ese simbolismo tras recibir las quejas de los ciudadanos», citando las declaraciones del Defensor del Pueblo catalán.
Recuerda que ninguna ONG respalda que haya «presos políticos» en España
Por otra parte, el informe —cuyo contenido es meramente informativo— también recoge que distintos políticos de partidos nacionalistas catalanas han denunciado que los dirigentes separatistas encarcelados por sedición son, para ellos, «presos políticos». No obstante, el dosier apunta que «ni el Gobierno ni ninguna ONG internacional de derechos humanos apoyaron ese afirmación».
Finalmente, el documento se hace de la denuncia de la Federación Internacional de Periodistas, que en su informe anual de 2019 notificó «el aumento de casos de violencia contra el ejercicio del periodismo en Cataluña», sosteniendo que la comunidad se había transformado en «territorio peligroso» para el ejercicio del periodismo.