En el tercer aniversario de su detención en Alemania, el líder de JxCat y fugado de la Justicia española, Carles Puigdemont, ha acusado a «ciertos sectores del independentismo» de querer que entre en prisión. Lo ha hecho en un hilo de mensajes publicado en Twitter en el que, además, ha dicho «estar contento» por el trabajo desarrollado en este periodo «en el exilio»: «A pesar de las limitaciones, las incomprensiones y los ataques, hemos hecho un buen trabajo».
El también presidente del Consell per la República y eurodiputado ha asegurado que este trabajo «ha hecho enrabiar al Estado». Pero también «ha incomodado a algunos sectores del independentismo, que cada vez lo disimulan menos». Ha dado por hecho que él, Toni Comín y Clara Ponsatí serán «condenados» por la Justicia española en caso de ser extraditados. «Algo que», ha añadido, «alegrará también a ciertos sectores del independentismo».
Son separatistas que, en su opinión, «lamentan» que el ex presidente aún no esté en prisión y «banalizan lo que es hacer política desde el exilio«. A estos mismos independentistas los ha definido como «los que ayudan a hacer creíble el relato» de que los fugados de la Justicia española «viven despreocupados y cómodamente» y que son unos «insolidarios» con los líderes del procés que cumplen condena en estos momentos en diversas cárceles catalanas.