Convertir el Consell per la República en la nueva Generalitat es el único objetivo ahora de JxCat y su presidente, el fugado Carles Puigdemont. Pretenden que una entidad privada y radicada en Waterloo dirija el día a día de la Cataluña posterior a la pandemia del COVID-19 (es decir, la Cataluña que gestionará una parte significativa de los fondos europeos de reconstrucción) con la excusa de la supuesta proyección internacional de esta asociación. Así lo han explicado, entre otros, el ex diputado y miembro del Consell per la República Lluís Llach, quien, en un hilo de Twitter, escenario principal de la presión pública sobre ERC, ha asegurado que en el Consell per la República la «transversalidad» es «absoluta».
Llach ha recordado que ERC pertenece al Consell per la República aunque ha reconocido también que no tiene el mismo peso que JxCat. Algo que ha achacado a que los republicanos no lo han aceptado. «El Consell per la República», ha recordado Llach, «es un acuerdo institucional refrendado por ERC y JxCat. Puedo añadir, por ser testigo, que desde que soy miembro del Govern del Consell se ha intentado que ERC tuviera una presencia tan importante como la de JxCat y se ha respetado su negativa por los motivos legítimos que fuera».
Una plataforma «envidiable» en Europa
El cantautor ha asegurado en sus mensajes que en el Consell per la República hay «más preponderancia de izquierdas que de derechas». Y también ha advertido a ERC de que todos saben, «el futuro presidente también, que ningún organismo de la Generalitat tiene la capacidad comunicativa internacional del Consell per la República». «Lo digo con pena pero es así», ha añadido, «con una plataforma envidiable en el Parlamento europeo y que con el acuerdo de los partidos indepes se podría ampliar». Nada ha mencionado Llach sobre la decisión de ese mismo Parlamento europeo de retirar la inmunidad a Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí, lo que podría significar que los tres tuvieran que comparecer forzosamente ante la Justicia española y ser condenados.
Como es habitual en JxCat, Llach no duda en recurrir al chantaje emocional: «Recordar que el Consell per la República se inicia con un presidente de Junts y un vicepresidente de ERC, el HC Comín. Desaprovechar la figura de un presidente y tres consellers en el exilio, con el poder comunicativo y simbólico que tienen es, sencillamente, una sandez partidista, no un pensamiento de país».
Una Generalitat «intervenida»
Llach justifica la pretensión de JxCat de trasladar el Govern a Puigdemont y a Waterloo en una supuesta «Generalitat intervenida» y tilda de «irresponsabilidad» la negativa de ERC a someterse al ex presidente. «El Consell per la República es como es también porque ERC ha querido que sea así» y ha alertado de que «a veces, la eliminación política de una persona es difícil si la avalan tantos votos».