La ofensiva contra Roger Torrent es, ante todo, una sinécdoque: mencionar a una parte, para aludir al todo. Atacar al anterior presidente del Parlamento, para atacar a su partido. Empieza Laurà Borràs en su discurso de investidura el pasado viernes, sigue Quim Torra protagonizando el sábado el programa Faqs, de TV3, y el mismo día culmina Carles Puigdemont oportunamente entrevistado en TeveCat. Y esto es sólo el principio. Estremece pensar que ERC y JxCat están negociando estos días cómo gobernar conjuntamente la Generalitat durante los próximos cuatro años.
«La ofensiva contra Roger Torrent es, ante todo, una sinécdoque: mencionar a una parte, para aludir al todo«
El domingo pasado, Laura Borràs vino a reconocer tácitamente que no se olvidó de mencionar a Torrent sino que quiso dejar claro que viene a hacer borrón y cuenta nueva. Entrevistada por el Ara, reconoce que viene «inhabilitada de serie», que está dispuesta a desafiar al poder judicial, y que impondrá la «inviolabilidad del Parlamento», es decir la preeminencia de éste por encima de los otros poderes. Ya dijo Alfonso Guerra en 1985 que Montesquieu ha muerto, y no paran de surgir espontáneos reclamando la autoría del crimen.
Según Borràs, en el Parlamento «se ha de poder hablar de todo, con los límites de la democracia», y ahí está la trampa, porque el poder legislativo no está limitado por esa abstracción, «la democracia», sino por las leyes, unas leyes muy concretas que el Parlamento puede cambiar pero no situarse por encima.
«Queda claro que Laura Borràs se saltará la norma y pondrá en riesgo al Parlamento cuando le parezca oportuno».
Preguntada directamente sobre Roger Torrent, afirma que durante su presidencia «el Parlamento no fue preservado, su inviolabilidad no fue respetada». Pone como ejemplos de esto que la legislatura empezó no invistiendo a Carles Puigdemont y acabó con Quim Torra perdiendo su acta de diputado. Para la próxima, se trata de «aprender de lo que ha pasado y mirar que no se repita». Y si llegan órdenes judiciales, pues sostenella y no enmendalla. Queda claro que Laura Borràs se saltará la norma y pondrá en riesgo al Parlamento cuando le parezca oportuno.
El miedo de Roger Torrent
La presentadora de Faqs cita una frase del libro que acaba de publicar Quim Torra, referida a Torrent: «Qué presidente, este hombre, tanto miedo siempre de hacer algo que le pueda comportar alguna consecuencia.» Y seguidamente le hace una pregunta no demasiado diplomática: «¿Qué no le perdona al presidente Torrent?».
«Qué presidente, este hombre, tanto miedo siempre de hacer algo que le pueda comportar alguna consecuencia», Quim Torra
El entrevistado contesta sin ninguna puntualización, como confirmando que sí hay asuntos que no le perdona. Se refiere, claro está, a los mismos episodios que Borràs mencionó: la no investidura de Puigdemont y la inhabilitación de Torra. «Son lineas rojas que un presidente del Parlamento de Cataluña no puede traspasar».
«A ojos de una parte del independentismo, la que representa JxCat, Roger Torrent es culpable de haber cumplido sus obligaciones y de no haberse querido situar fuera de la ley«
Y dice que él nunca lo hubiera hecho: «Me llega un requerimiento de un no sé qué del Tribunal Supremo (…) y yo me pongo al lado del presidente de la Generalitat, asumo con él sus responsabilidades y vamos a todas.» Queda claro que, a ojos de una parte del independentismo, la que representa JxCat, Roger Torrent es culpable de haber cumplido sus obligaciones y de no haberse querido situar fuera de la ley. Y como nadie puede pensar que Torrent tomara decisiones de tanta transcendencia sin consultar a nadie, culpable es también su partido, ERC.
Sensaciones agridulces
Carles Puigdemont, en TeveCat, comentando el trabajo hecho por Torrent, afirma que durante este tiempo es evidente que ha habido sensaciones agridulces, lo que traducido al lenguaje normal significa que se ha llevado bastantes disgustos.
En cuanto a Torra, se sintió solo, «lo digo para los que echan de menos referencias en el discurso de Borràs». No mencionar a Torrent fue un desacierto diplomático, pero intentar convertirlo en un acierto político sólo sirve para destacar un talante rencoroso que cada vez disimulan peor.
Y hablando de las negociaciones para formar gobierno, Puigdemont reconoce que venimos de tres años de desencuentros que no han sido positivos para nadie. Todo indica que esta vez los desencuentros se van a convertir en encontronazos.
Falta de coraje
Vilaweb, también este fin de semana, ha presentado un avance editorial del libro de Quim Torra Les hores greus. Dietari de Canonges, que será uno de los más vendidos el próximo día de San Jorge —estas cosas se deciden antes—. Contiene una combinación infalible de dolor personal, el mes y medio de confinamiento al principio de la pandemia, y de ajuste de cuentas político.
Ya el segundo día descubre sus cartas al mencionar, entre los momentos álgidos de su mandato, «la reacción a la sentencia», en octubre de 2019, una reacción «que teníamos que haber convertido en el momentum y que la clase política no tuvo, no tuvimos, el coraje de hacer». La próxima vez será.