Tras los sucesos del otoño catalán en 2017, muchos centros educativos catalanes no guardaron la debida neutralidad institucional y se posicionaron abiertamente a favor de los políticos que dieron el golpe parlamentario, bien a través de pancartas o bien sacando a lo alumnos a la calle para protestar contra la actuación policial del 1-O. Ahora, con el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél por enaltecimiento del terrorismo se están viviendo situaciones en los institutos públicos que recuerdan a lo vivido hace tres años.
Por una parte, tal y como ha denunciado en Twitter la entidad constitucionalistas Asamblea por una Escuela Bilingüe, el Instituto Santiago Sobrequés de Gerona ha colgado un pancarta a favor de Hasél en su fachada. En el letrero, se puede leer: «Ante la vulneración de derechos fundamentales, la comunidad educativa no callamos. Libertad Pablo Hasél». El texto viene firmado por los sindicatos SEPC y USTEC, ambos de corte nacionalista.
Canciones de Hasél en clase
Por otro lado, el diario El Mundo ha informado de que una profesora de catalán puso en horario lectivo a sus alumnos de 12 años de un instituto de Llinar del Vallès (Barcelona) una canción de Hasél: Juan Carlos el Bobón. En ella, se dice que la mitad de la población desea guillotinar a los reyes y se califica al emérito de «capo mafioso». Pese a que la Generalitat ha aducido que la profesora se limitó a recurrir a un documento de actualidad para ofrecer la clase —una práctica habitual—, ello no explica por qué usó una canción en castellano —siendo clase de catalán— o por qué profirió comentarios críticos contra la monarquía, tal y como denunció una familia del centro.