Los desastrosos resultados de Ciudadanos en Cataluña en las elecciones del 14 de febrero han tenido dos consecuencias inmediatas: la proliferación de descontentos entre la militancia y el enrocamiento de la dirección, tanto a nivel catalán como nacional. El candidato Carlos Carrizosa, al que la presidenta del partido, Inés Arrimadas, acompañó durante toda la campaña, pasó de los 36 diputados obtenidos en 2017 a tanto solo seis.
Tras la debacle, los descontentos se organizan en tres grupos diferentes. Los llamados renovadores, encabezados en Cataluña por los exdiputados Antonio Espinosa, Sergio Sanz y María Valle, entre otros, y alineados con Francisco Igea. Piden democracia interna y se sitúan en el centro izquierda de la formación. Este grupo cuestiona a la dirección catalana y, si no se producen cambios, tratará de buscar firmas para la celebración de un congreso extraordinario.
¿El retorno de Hervías?
El segundo movimiento interno esta encabezado por Fran Hervías, actualmente senador y exsecretario de organización con Albert Rivera. El auténtico hombre fuerte del partido está recabando firmas para, al igual que los renovadores, forzar la celebración de un congreso extraordinario con el fin de sustituir a Inés Arrimadas. Fuentes consultadas por elliberal.cat aseguran que ya ha recogido unos 4.500 apoyos. Este movimiento tendría el visto bueno de Rivera y sus integrantes son muy críticos con la política de la actual dirección de aproximación al PSOE.
Por último, y circunscrito a Cataluña, hay un tercer grupo, básicamente municipalista, que pide la democratización interna de la formación y que cuestiona duramente la gestión del partido en esta comunidad. Sin embargo, no dudan del liderazgo de Arrimadas. Este sector vería con buenos ojos el regreso del hoy eurodiputado Jordi Cañas para hacerse cargo de la formación en Cataluña.
De socio del PSOE a disolución en el PP
Desde el sector oficialista, la gran apuesta ahora es que el socialista Pedro Sánchez rompa con Unidas Podemos y sustituya a los de Pablo Iglesias por los naranjas en el Gobierno central. Las crecientes discrepancias entre los actuales socios de coalición alimentan la esperanza que esto se produzca más pronto que tarde y que sirva para fortalecer a la actual dirección de Ciudadanos. Todo ello con el fin de poderse mantener como partido bisagra con personalidad propia.
Desde el sector contrario a Arrimadas y a su acercamiento al PSOE se plantea un proceso de confluencia con el PP para crear un nuevo partido de centro-derecha capaz de ser alternativa al PSOE. La consolidación de VOX no deja especio para dos partidos de centro-derecha. Los problemas de Pablo Casado y su voluntad de pasar página de los casos de corrupción que asolan a los populares y que todavía tienen trayectoria judicial, hacen más que verosímil esta posibilidad.
¿Nuevas elecciones catalanas?
EL desenlace de cuanto se viene diciendo puede verse mediatizado por una posible repetición electoral en Cataluña que desde ERC ven como probable. Los republicanos piensa que Junts no va a permitir un gobierno presidido por Pere Aragonès porque supondría el ocaso de Waterloo. Sobre todo si se acaba aprobando el suplicatorio de Carles Puigdemont, que se resolverá en pocas semanas.
De producirse tal repetición electoral, puede darse por segura una coalición entre populares y liberales con el probable añadido de la Lliga Democrática y alguna otra formación catalanista no independentista. La reconstrucción del espacio de centro no nacionalista se considera imprescindible para conformar una mayoría parlamentaría constitucionalista y aspirar a formar un gobierno no independentista con un pacto con el PSC.