Los catalanes tardarán aún algunas semanas en conocer cuál será el nuevo Govern de la Generalitat. Las formaciones con posibilidad de formar el Ejecutivo autonómico, ERC, JxCat y Guanyem-CUP, básicamente, mantienen de momento encuentros y lanzan a través de los medios filtraciones de todo tipo que no permiten tener claro por dónde discurrirán los tratos, en caso de alcanzarse. Desde Waterloo, Carles Puigdemont y Laura Borràs estudian la estrategia a seguir para una negociación con ERC que se prevé ardua. Y en Barcelona, algunos de los integrantes del equipo negociador se han reunido ya con Guanyem-CUP para tener un primer acercamiento.
El partido de Puigdemont, que se ha pasado buena parte de 2020 denostando la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno, estudia ahora utilizar este acuerdo para condicionar un pacto que permita gobernar al republicano Pere Aragonés. Plantean mantener la mesa pero hasta una fecha que habrá que determinar a la hora de alcanzar un acuerdo de gobierno. Si se agota el plazo, ERC debe comprometerse a poner en marcha la vía de la unilateralidad, que es la que defiende JxCat, según informa El Periódico. Eso sí, hasta entonces, la posconvergencia se compromete a ser leal a ERC. Algo que no ha sucedido a lo largo de la última legislatura.
Críticas posconvergentes a los Mossos
JxCat, por otro lado, se ha reunido ya con Guanyem-CUP y, sorprendentemente, han mostrado su acuerdo en criticar la actuación de los Mossos en las algaradas con las que el separatismo radical protesta estos días contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. Ni unos ni otros parecen haber tenido en cuenta que el titular de Interior es en estos momentos Miquel Sàmper, de JxCat. Ambas formaciones han destacado también que los resultados del 14-F son «una ocasión histórica para conformar un gobierno que avance en la resolución del conflicto entre Cataluña y España», según han informado en un comunicado. Los cupaires, finalmente, han exigido a JxCat un cambio radical en la gestión de los Mossos en lo relativo a sus intervenciones en manifestaciones. Algo que para Guanyem-CUP es imprescindible para alcanzar un acuerdo.
Desde Waterloo, finalmente, Carles Puigdemont y Laura Borràs diseñan la estrategia a seguir en la negociación con ERC. Un planning en el que, además, JxCat busca que su candidata a la Presidencia no pierda protagonismo. Tanto ella como Puigdemont tienen claro que el logro de que el independentismo haya superado el 50% de los votos debe servir para forzar a ERC a alcanzar un acuerdo con el fin de «aplicar este mandato electoral«, según recoge elnacional.cat.
En estos momentos, todo es posible en Cataluña. Hasta la repetición de unas nuevas elecciones. Unos y otros buscan marcar territorio propio y ajeno con la independencia como excusa. Habrá que esperar a ver qué proponen para solucionar la terrible crisis de la pandemia del COVID-19.