Esquerra Republicana no renuncia a la unilateralidad. Así se lo ha hecho saber a sus candidatos en un documento interno que, a lo largo de 15 páginas y bajo el título Relat 14-F, explicita cuál es la táctica a seguir en los próximos comicios del 14 de febrero. Esto es, defender que, a diferencia de Junts per Catalunya, la formación republicana es un «partido útil» dispuesto a negociar con el Gobierno de Sánchez e Iglesias, pero cuya «paciencia no es infinita» y que no descarta recurrir de nuevo a la vía unilateral si las fuerzas constitucionalistas siguen negándose a celebrar un referendo secesionista.
El objetivo es salvaguardar la imagen de pureza y radicalidad ante los reproches de sus adversarios de JxCAT, que acusan a los republicanos de tibieza en la lucha por la secesión. De esta forma, en el documento —dado a conocer por el digital nacionalista El Món— puede leerse que el «Estado ha de saber que su negativa a negociar un referéndum, si perdura en el tiempo, desembocará en una nueva actuación unilateral del independentismo, consecuente con la voluntad democrática de pueblo de Cataluña». «Evidentemente, que lo volveremos a hacer. Nuestra paciencia no es infinita», deja negro sobre blanco el texto.
Una nueva tentativa exigirá mayores apoyos
En cualquier caso, el dosier advierte de que un nuevo envite contra la legalidad española deberá producirse en el momento en el que se cuente con la fuerza suficiente para acometerlo. «Ahora bien, esta acción exigirá un respaldo muy mayoritario, y su operatividad y eficacia dependerán siempre de la acumulación de apoyos, electorales en primer lugar, pero también institucionales, sociales, económicos y mediáticos», relatan. Y añaden: «A más fuerza democrática, más apoyo popular, más capacidad unilateral».
En aras de alcanzar esa fuerza, el documento expone un plan compuesto por cinco puntos. El primero pasa por «superar el 50% en las próximas elecciones y repetir el resultado sucesivamente». En segundo lugar, propone consolidar los consensos en asuntos clave como el «derecho a la autodeterminación o la inmersión lingüística». Como tercer punto, aboga por forzar al Estado a «aceptar la autodeterminación y la amnistía» para los políticos presos. Por último, el cuarto punto defiende «mejorar la vida de los catalanes en el mientras tanto» y el quinto «tejer alianzas internacionales para explicar la causa catalana al mundo».