Con la independencia las finanzas de la Generalitat de Catalunya sufrirían un severo descalabro. Hoy el déficit de la Comunidad Autónoma de Cataluña es de -8 mil M €, lo que representa el 3,5 % del PIB. A este importe, por causa de independencia debería añadirse:
- 15 mil M ‘€’ para el pago de la anualidad de la parte alícuota de la deuda de España que le correspondiese por secesión.
- 10 mil M ‘€’ de incremento del gasto de la Generalitat por mayores gastos generados por las nuevas competencias.
- 9 mil M ‘€’ de mayor gasto debido al crac económico post independencia.
- 3 mil M ‘€’ en concepto de gastos de la nueva hacienda y de pérdida de recaudación.
El déficit anual de la Generalidad independiente alcanzaría, pues, los -45 mil M ‘€’, esto es el 19,5 % del PIB catalán actual y el 25,6 % del PIB de una eventual Cataluña independiente, escenario medio (según vimos en un artículo anterior). Por causa de la independencia, el déficit se habría multiplicado por 7.
Por su parte, la deuda inicial de una eventual república catalana multiplicaría por más de 5 la deuda de la actual Generalitat hasta sumar 415 mil M ‘€’, lo que supone el 178 % del PIB actual o el 184 % del PIB de una eventual Cataluña independiente, en su escenario medio.
En efecto, según se observa en la Figura 2 este importe se obtiene de sumar a la deuda autonómica actual (79 mil M €) la parte alícuota de deuda de la Administración central de España, el valor de los activos transferidos por la Administración central, la parte alícuota de la deuda de otras entidades de la Administración central, la parte alícuota de la deuda de la Seguridad Social española, la deuda de las corporaciones locales catalanas con la Administración central y los pagos pendientes de la Generalitat a proveedores.
Semejante nivel de deuda implicaría, a su vez, que la anualidad por carga financiera de la Generalidad (los vencimientos anuales de amortización de la deuda y el pago de los intereses) se multiplicaría por once (desde el 2,3 % del PIB actual hasta el 25 % del PIB de una eventual Cataluña independiente, escenario medio), muy lejos de los niveles financieros admisibles, hecho que generaría problemas insolubles de costes de financiación y, por tanto, de no acceso a los mercados.
Conclusiones
- Tras una hipotética secesión de Cataluña, los ingresos de la Generalitat caerían fuertemente y los gastos se incrementarían fuertemente. Por consiguiente, el déficit del presupuesto pasaría de los -8 mil M € anuales actuales a -45 mil M ‘€’. Esto supondría el -25,6 % del PIB, magnitud no financiable.
- La deuda pública de la Generalitat pasaría de 79 mil M € a 415 mil M ‘€’, esto es el 184 % del PIB. De ahí que la anualidad (amortización e intereses) superaría los 40 mil M ‘€’ anuales, un 25 % del PIB, magnitud inasumible.