El conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, Bernat Solé, ha alertado este miércoles de que una hipotética «baja participación», si se celebran las elecciones el 14 de febrero, puede conllevar una «no legitimidad» del resultado electoral.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña haya suspendido cautelarmente el decreto de aplazamiento del 14F aprobado por el Govern, Solé ha cuestionado la «viabilidad de unas elecciones que se celebrarían en plena pandemia» y «pocos días antes» del pico de ocupación de UCI.
A su entender, llevar unas elecciones al 14F «pone en riesgo la salud de las personas y pone en riesgo la legitimidad del proceso electoral».
Ante esta «situación epidemiológica grave, con un índice de contagio muy alto y un número de positivos muy elevado», la ciudadanía puede tener «miedo o desconfianza» a la hora de ir a votar de forma presencial, lo que «podría llevar a una baja participación».
Situación de inseguridad
Y «para que unas elecciones sean legítimas deben tener una participación asimilable a la participación que se ha obtenido en la misma cámara en ediciones anteriores», ha recalcado.
La percepción de inseguridad de la ciudadanía «puede llevar a una baja participación, una no legitimidad de estas elecciones», ha insistido.
Según Solé, «la legitimidad de un proceso pasa en primer lugar por que las candidaturas puedan explicar de forma adecuada sus proyectos políticos» y, ahora, la pandemia «limita mucho la posibilidad de que las candidaturas puedan explicar adecuadamente sus proyectos y puedan llegar a todo el mundo», por lo que «los ciudadanos no pueden disponer de toda la información para decidir el voto».