Es conocida la afinidad del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, con el nacionalismo catalán. En este sentido, el líder morado no solo defiende que Cataluña es una nación y tiene derecho a la autodeterminación, sino que incluso considera a los políticos encarcelados por los delitos del procés «presos políticos» —no en vano, visitó a Junqueras en la cárcel de Lledoners—. Anoche, sin embargo, en el programa Salvados de la Sexta, Iglesias dio un paso más y llegó a comparar al ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con los «exiliados del franquismo».
Y es que, según Iglesias, el fugado de la Justicia catalán puede considerarse un exiliado porque «de alguna manera, se ha jodido la vida para siempre por sus ideas políticas». Acto seguido, preguntado por Gonzo sobre si Puigdemont se podía comparar con los republicanos que se vieron obligados a exiliarse durante el franquismo, el vicepresidente segundo del Gobierno respondió: «Lo digo claramente, creo que sí. […] Lo que hizo fue motivado por sus convicciones». A pesar de ello, trató de marcar distancias en todo momento con el político nacionalista: «Eso no quiere decir que yo comparta lo que hiciera, ni la forma, ni lo que hizo pueda ser indiferente al derecho».
«Puigdemont no ha robado a nadie»
El dirigente de Unidas Podemos también explicó por qué considera que Juan Carlos I. no es un «exiliado» como Puigdemont, sino un «fugado». «Si Puigdemont está en Bruselas no es por haber robado dinero a nadie sino por llevar sus ideas políticas hasta un extremo y por vías erróneas», explicó. Y añadió: «Si me dicen “lo que hizo Puigdemont es igualmente reprobable que lo que hizo el rey Juan Carlos”, pues no estoy de acuerdo».
Las declaraciones de Iglesias no han tardado en suscitar críticas del constitucionalismo en Twitter. El columnista de El Español David Mejía ha señalado que el vicepresidente «compara a quienes en 1939 huyeron de una dictadura con quienes han huido de una democracia…que gobierna él». Mientras, el concejal de Barcelona pel Canvi, Javier de Erausquin, ha mantenido que «si en España hubiera una izquierda normal, esto sería la defunción de Podemos». Por su parte, Sociedad Civil Catalana ha considerado que el «vicepresidente del Gobierno de España no debería insultar y banalizar así la memoria del exilio republicano». «Puigdemont acaudilló una insurrección contra el Estado democrático de Derecho. Nada que ver con el exilio republicano», ha remachado.