La extrema derecha sepatista, cada vez más normalizada en Cataluña. De ello da fe que una estrella radiofónica de la emisora RAC1, Jaume Nolla, se presente como candidato del Front Nacional de Catalunya (FNC) a los comicios del próximo 14 de febrero —cita que, según las últimas informaciones, podría ser pospuesta—. El candidato en cuestión, que será el número dos del FNC en Barcelona, encarna al popular personaje Senyor Marcel·lí en Versió RAC1, espacio líder de audiencia durante la tarde en Cataluña.
No obstante, el locutor no es solo conocido por su labor en dicho programa, sino también por su acusada hispanofobia. Una de sus últimas polémicas tuvo lugar el pasado verano cuando atacó al escritor barcelonés Juan Marsé poco después de su muerte. «Ha muerto un escritor español que vivía en nuestra casa y que tenía el morro de retratar su realidad haciéndola pasar por la realidad general del país. Además, era tan caradura que atacó siempre a la lengua catalana, despreciándola a todas horas. Dios lo haya perdonado. Yo no», escribió Nolla en Twitter. Lejos de retractarse, se reafirmó en un segundo tuit horas después tildando a Marsé de «anticatalán rabioso».
Los votantes de Cs, «colonos españolistas»
Esta no ha sido la única vez en que Nolla —ganador en 2015 del premio Ràdio Associació de Catalunya al «mejor profesional de radio»— ha mostrado su hostilidad contra los catalanes no nacionalistas. Y es que, tras la victoria de Ciudadanos en la elecciones autonómicas de 2017, el periodista se refirió a los votantes constitucionalistas como «colonos españolistas que no quieren ser catalanes y odian profundamente todo aquello que es catalán».
A diferencia del también ultraderechista Força Catalunya, el partido del separatista radical Santiago Espot, que finalmente no ha conseguido los avales para presentarse, el Front Nacional de Cataluña sí que participará en las próximas elecciones en el Parlament. Lo hará con un programa que defiende la secesión de Cataluña—asegurando que ésta es una «nación ocupada por España y Francia»—, aboga por el catalán como única lengua oficial, y propone una política de mano dura con los inmigrantes.