Pocos días después de saberse que la portavoz de Ciudadanos en Cataluña, Lorena Roldán, abandonaba la formación para formar parte de la lista del Partido Popular de Cataluña, las críticas entre las dos formaciones no se han hecho esperar. Por un lado, el presidente del PPC, Alejandro Fernández, ha lamentado este martes que los de los de Inés Arrimadas hayan renunciado a ser «alternativa al sanchismo». En declaraciones a Telecinco, Fernández ha querido dejar claro que el PPC no está en ningún «mercado de fichajes» sino que está «por integrar» a todo tipo de sensibilidades para «ensanchar» su proyecto político con el fin de ser una alternativa al independentismo «pero también al sanchismo».
El líder del PPC defiende que el cambio en España debe empezar en Cataluña y, singularmente en las elecciones del próximo 14 de febrero, ante las que, a su juicio, solo hay dos visiones: la del PSOE, que es pactar con ERC, y la del PP, que busca «ensanchar» la base constitucionalista con «nuevas sensibilidades» para tratar de derrotar definitivamente el proceso separatista.
Fernández ha remarcado que «nunca» se dirigirá en términos «hostiles» a ningún dirigente de Ciudadanos, con los que le une la lucha contra el independentismo y la defensa de la unidad de España, aunque les separe «otras muchas cosas», entre las que ha citado las recetas económicas para salir de la crisis o la necesidad de crear una alternativa a Pedro Sánchez, a la que, a su juicio, la formación naranja han «renunciado».
Ciudadanos acusa al PPC «deslealtad»
Por su parte, Ciudadanos cree que el PPC está intentando «desestabilizarlo» y advierte de que la «deslealtad» con la que se ha comportado podría complicar la posibilidad de que ambos partidos pacten en el futuro. En la dirección de la formación naranja consideran que el PP está actuando con «desesperación» porque le preocupan las encuestas electorales y por eso intenta «desestabilizar» a Cs. Pero avanzan que no lo logrará y que el movimiento de incorporar a Roldán a sus listas le penalizará en las urnas.
Respecto a cómo puede afectar a la formación la salida de Roldán, desde la dirección del partido dicen que incluso les podría beneficiar. «Estamos pensando en ser útiles a los ciudadanos, y si un compañero no lo ve, lo mejor que puede hacer es irse«, argumentan, precisando que cargos como Lorena Roldán o Marcos de Quinto han abandonado el proyecto liderado por Inés Arrimadas porque no se sentían identificados con ese posicionamiento de centro.
Una estrategia que, según recalcan, van a mantener y que está siendo valorada positivamente tanto por fundadores de Ciudadanos como Francesc de Carreras, Félix de Azúa o Albert Boadella, como por los electores en los sondeos, donde Cs tiene ahora una intención de voto de entre el 8% y el 11%, frente al 6,8% de los comicios de noviembre de 2019.