Impedir a toda costa que el español siga escuchándose en los colegios de Cataluña es uno de los objetivos de entidades como el Grup Koiné, una asociación cuyos miembros han llegado a negar la catalanidad de aquellos catalanes que no quieren romper con España. Ahora, aprovechando la convocatoria electoral del próximo 14 de febrero, el grupo, que ha tenido en el pasado el apoyo explícito de la candidata de JxCat, la investigada Laura Borràs, ha presentado un manifiesto con sus exigencias a los partidos separatistas que concurran a los comicios. Un documento en el que, entre otras cuestiones, dejan claro que hay que expulsar el español del ámbito educativo cueste lo que cueste.
Con este fin, reclaman «iniciar un nuevo proceso de normalización» para que los alumnos «ya desde pequeños se acostumbren a utilizar entre ellos la lengua catalana». Consideran que es necesario «asegurar que sea la verdadera lengua vehicular y de educación en todos los niveles y grados escolares», desde la enseñanza infantil y hasta la universitaria. Y añaden como exigencia la de «impulsar de la manera más adecuada y eficaz posible que el catalán sea también la lengua vehicular en las actividades deportivas y de tiempo libre infantiles y juveniles».
La culpa es de los inmigrantes
El manifiesto de Koiné, por otro lado, se basa en culpar a elementos ajenos a los catalanes del supuesto descenso del uso del catalán. Así, se remontan al pasado para asegurar que «todas las constituciones, las leyes y los decretos que, a lo largo de los siglos, se han promulgado referidos a la lengua, han ido en la dirección de imponer el castellano y prohibir el uso del catalán o limitarlo tanto como ha sido posible».
Como la Historia no es suficiente para justificar la supuesta situación de peligro del catalán, los integrantes del Grup Koiné arremeten contra lo que llaman «inmigración masiva»: «Cataluña y las otras tierras en las que se habla catalán han recibido en los últimos decenios una inmigración masiva de personas de otras lenguas que la catalana [sic]». Todo junto, aseguran, «ha condicionado el comportamiento lingüístico de los catalanes» que, añaden, «han sido bilingualizados a la fuerza». Esto explica que tengan que cambiar constantemente de lengua en su día a día, algo que, al parecer, les resulta especialmente molesto.
Políticos y medios, solo en catalán
El Grup Koiné, que ha llegado a criticar cuestiones como que Protección Civil publicara en su perfil de Twitter alertas a la población en español, quiere también que los partidos independentistas, si gobiernan, den sus ruedas de prensa únicamente en catalán. Para ello, echa mano de la Constitución que, por otro lado, tanto rechaza, recordando que en la misma se establece el «respeto» a las «diversas lenguas de España». Y añaden que estos mismos partidos deberán denunciar ante los «organismos internacionales defensores de los derechos humanos» la supuesta «discriminación lingüística» que, también supuestamente, sufren en el Congreso de los Diputados, en el Senado y en el Parlamento europeo.
La entidad, finalmente, exige el «autocentramiento nacional» de TV3, refiriéndose a que abarque también todo lo relativo a las otras comunidades autónomas en las que se habla catalán. Exige, además, que se supere la «actual degradación del catalán» en la cadena autonómica y encontrar «las formas de concertación adecuadas para conseguir de una vez la reciprocidad de las emisiones entre las radios y televisiones públicas de los países de habla catalana».