JxCat empezará este domingo a recoger firmas, ya que, al presentarse por primera vez a unos comicios del Parlament, la ley electoral pide presentar en las Juntas Electorales Provinciales avales equivalentes al 0,1% del censo electoral de cada circunscripción, lo que significa entorno a 6.000 firmas que deben ser presenciales y que esperan obtener sin dificultades.
JxCat se presentó a las elecciones de 2017 con una coalición con PDeCat, formación que había heredado los derechos electorales de la antigua Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), lo que les permitió emitir spots gratuitos y participar en los debates electorales. Tras la ruptura de las dos formaciones el PDeCat ha conseguido quedarse con dichos derechos lo que deja a JxCat como un partido nuevo. No obstante JxCAT solicitará se calificado como ‘ grupo político significativo’ que de ser apreciado por la Junta electoral, y todo parece indicar que cumple con los requisitos, le daría acceso a spots gratuitos y estar presente en los debates electorales, aunque eso podría abrir la puerta también a Vox lo que no incomoda especialmente a los seguidores de Puigdemont.
Disputa por las siglas
El pasado mes de agosto el PDeCAT interpuso una demanda judicial para recuperar la marca JxCAT y evitar así su utilización por el nuevo partido de Puigdemont, en la denuncia alegaban una maniobra fraudulenta para hacerse con las siglas. Cuando se creó la marca JxCat los titulares eran trabajadores del PDeCAT, con Laia Canet como presidenta y dos personas más del partido.
El conflicto entre los dos partidos vino por la forma en como se ha hecho el cambio de nombre. A principios del 2020, personas cercanas a Puigdemont llevaron al notario una certificación en que se aseguraba que se había hecho una asamblea telemática para cambiar la dirección del partido. Pero, según defendió el PDeCAT en su demanda, esta asamblea telemática no se hizo.
Desde este domingo hasta el domingo 3 de enero, el partido recogerá firmas en «centenares de puntos» de toda Cataluña. Su campaña, encabezada por Laura Borràs, se financiará «con aportaciones ciudadanas y préstamos en formato de donativo de los candidatos, afiliados y simpatizantes», con lo que el partido pretende no depender de créditos con entidades financieras.
